Redacción. Un operativo policial terminó en un violento enfrentamiento armado en la aldea El Lolo, Comayagüela, dejando como saldo dos presuntos miembros de la Pandilla 18 muertos y dos más detenidos, entre ellos una mujer.
El hecho ha generado preocupación en las comunidades cercanas y reaviva el debate sobre la seguridad en zonas urbanas controladas por estructuras criminales.
De acuerdo con la Policía Nacional, la operación tenía como objetivo ubicar zonas de influencia de una célula de la Pandilla 18.
Enfrentamiento mortal
Según el reporte oficial, los agentes fueron recibidos a balazos al momento de ingresar a la zona, lo que desató un intercambio de disparos.
Como resultado, dos pandilleros murieron en el lugar, ambos fuertemente armados con fusiles AR-15 calibre 5.56 mm y una pistola 9 mm.
Los cuerpos quedaron tendidos en un riachuelo, y uno de ellos aún sostenía un arma de grueso calibre cuando fue encontrado.
Los fallecidos presentaban múltiples tatuajes distintivos de la Pandilla 18, lo que confirmó su afiliación al grupo criminal, según detalló la Policía.
Detenidos y operativo en curso
Durante el enfrentamiento también fueron capturados dos presuntos pandilleros, uno de ellos una mujer. Ambos portaban armas y serán puestos a disposición del Ministerio Público en las próximas horas.
Afortunadamente, ningún agente policial resultó herido en la operación.
Las autoridades continúan con labores de búsqueda, aseguramiento y recolección de indicios en la zona, para identificar a más implicados y ubicar armas, drogas o evidencia relacionada con delitos cometidos por esta estructura criminal.
Inseguridad en zonas estudiantiles
Este hecho se da en un contexto de creciente preocupación por la inseguridad que enfrentan estudiantes universitarios, especialmente en los alrededores del campus de la UNAH.
Según denuncias, unidades del transporte público han sido utilizadas como blanco de asaltos y extorsiones por parte de estas organizaciones criminales.
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Las fuerzas del orden han reiterado su compromiso de continuar combatiendo a estos grupos, aunque líderes comunitarios piden mayor presencia permanente y patrullajes constantes en zonas de alta incidencia.