En Colombia, donde la eutanasia es legal pero de difícil acceso para muchos, Erika Yanira Morales, una joven de 20 años originaria de Pasto, Nariño, enfrenta una dolorosa batalla para obtener una muerte digna.
Hace tres años, en agosto de 2021, mientras disfrutaba de una noche en una discoteca, Erika recibió un golpe contundente con una botella que la dejó cuadripléjica y la obligó a pasar un año y siete meses en cuidados intensivos.
“Cuando despertó, la niña había perdido la movilidad de todo su cuerpo”, recuerda con dolor Alba Morales, madre de Erika.

Su hermana, Tatiana Morales, añade que la joven sufrió un infarto cerebral con secuelas múltiples severas y que los especialistas han descartado cualquier posibilidad de recuperación.
Lesión en la médula espinal
La cuadriplejía, también conocida como tetraplejia, es una lesión en la médula espinal que afecta el control y la sensibilidad de brazos, manos, tronco, piernas y órganos pélvicos, según explica la Clínica Mayo.
Agobiada por el sufrimiento constante, Erika ha decidido solicitar la eutanasia. Utilizando un abecedario frente a ella para comunicarse, la joven manifestó su deseo de poner fin a su dolor.

“Nos pidió que pidamos que le practiquen la eutanasia, porque hoy ella ya no aguanta más los dolores”, declaró Tatiana.
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Sin embargo, su solicitud ha sido rechazada por la aseguradora Emssanar. “Ahí tengo la respuesta de lo que ellos me dijeron. O sea, no favorable”, lamentó Alba Morales, quien expresó el dolor de ver a su hija padecer día a día.
Mientras tanto, la familia de Erika continúa luchando por que se le reconozca el derecho a una muerte digna, en medio de un panorama que, a pesar de la legalidad de la eutanasia en Colombia, sigue siendo inaccesible para muchos pacientes que sufren.