Copán Ruinas. La aplicación de tecnología de punta hacia la protección e investigación de la obra arquitectónica de la antigua cultura maya, el Templo de Rosalila, fue uno de los temas más relevantes del Congreso Arqueológico 2023 “Tecnología Avanzada y su Revelación” en la ciudad de Copán Ruinas, que concluyó ayer.
El evento, que inició el pasado 3 de diciembre, contó con la participación de expertos de diversos países, entre ellos arqueólogos hondureños, quienes ofrecieron charlas magistrales.
Uno de los temas destacados se desarrolló en el primer panel denominado “Rescatando a Rosalila: arqueología, conservación y tecnología avanzada en Copán”, el cual contó con la participación de los reconocidos arqueólogos Richard Wood, Ricardo Agurcia y Elisandro Garza, quienes por años se han dedicado al estudio y conservación de dicho templo, utilizando la tecnología para puntualizar las intervenciones de conservación.
Desde 1989 estos arqueólogos han estudiado esta obra arquitectónica de la civilización maya, realizando análisis en las áreas de iconografía, epigrafia y fechamiento, artefactos asociados, sistemas de construcción, estratigrafía y secuencia constructiva.
Mediante la implementación de nuevas tecnologías, los arqueólogos han descubierto que el templo data de los años 500 d.C., con una estructura en forma de caracol; mediante la fotogrametría han obtenido miles de imágenes claras y a color con precisión milimétrica, permitiendo una mejor conservación del monumento.
De igual manera, su trabajo les permite un mejor manejo de las raíces, el agua la lluvia, la luz, el calor, entre otros factores, que dificultan la conservación de este y demás tesoros arqueológicos con los que se cuenta.
Ricardo Agurcia, arqueólogo hondureño, señaló que es importante poder lograr la colaboración en diferentes ramas y sectores, especialmente del Dr. Richard Wood, quien tiene conocimiento sobre un sistema de ingeniería y el uso de LIDAR como un radar de luz que permite hacer un levantamiento extraordinario de este patrimonio. “Allí vemos la aplicación de tecnología de punta hacia la protección e investigación de un vestigio arqueológico tan precioso como es el templo Rosalila”, indicó.
En ese sentido, señaló que dentro del Valle de Copán hace más de una década que iniciaron los trabajos en la parte externa, con sobrevuelo de un avión, tomando imágenes del suelo, buscando básicamente entender la extensión de la zona arqueológica y así encontrar todos los vestigios que eran parte de esta gran ciudad, pero en términos de su aplicación a un edificio enterrado con condiciones muy distintas. Es la primera vez que se hace uso de esta tecnología.
El templo, del que figura una réplica al tamaño natural en el Museo del parque arqueológico de Copán Ruinas, ha dejado plasmado no solo la información sobre las creencias de los mayas, sus ritos y su religión, sino también sobre su arte y arquitectura, que son sumamente importantes para conocer los monumentos de Copán, por lo que es un deber y obligación que tienen los hondureños de cuidarlos, dijo Agurcia a la agencia EFE.
Agurcia recordó que hasta el momento de descubrir Rosalila, creía o sospechaba que había segundos pisos en muchos de los edificios, pero con Rosalila «comprobamos que no solo hay un segundo, sino un tercer piso encima de muchas de estas construcciones», que «eran más grandes y elaboradas de lo que vemos a simple vista».
Dijo además que lo interesante sobre el descubrimiento y el estudio de Rosalila, es que no solo se tienen recursos arqueológicos profesionalmente hablando, sino lo increíble que son los avances de la tecnología y la ciencia, que van permitiendo estudiar el mismo objeto de diferentes formas.
“Es una experiencia que hemos querido compartir con otros colegas del mundo maya porque ha tenido resultados formidables para nosotros, permitiéndonos no solo orientar nuestras excavaciones, sino que también la conservación, el sellado de túneles y su reforzamiento para proteger los vestigios arqueológicos que están bajo tierra”, recalcó.
FRASE
“Rosalila nos ha dejado un legado extraordinario, es un templo que -los mayas- dejaron expuesto y en el cual realizaron ceremonias venerando al fundador de la dinastía por quizás 200 años, fue un sitio de veneración importante que no lo enterraron y destruyeron como otros”.
Ricardo Agurcia, arqueólogo hondureño.
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