REDACCIÓN. En un emotivo acto celebrado en el Centro Penitenciario Nacional de Támara (CPNT), un privado de libertad contrajo matrimonio con su novia guatemalteca, consolidando una historia de amor que ha superado barreras y desafíos.
La ceremonia se llevó a cabo con la autorización de las autoridades penitenciarias, en cumplimiento con los derechos fundamentales de las personas privadas de libertad, quienes tienen garantizado el derecho a la familia y a la unión matrimonial bajo los términos establecidos por la ley.
Notablemente nervioso, el novio esperaba a su ahora esposa, quien cumplió con todo el proceso de control y registro para ingresar a celebrar su boda.
El enlace matrimonial se celebró en presencia de testigos, familiares y representantes del centro, quienes destacaron el ambiente de respeto y emotividad que marcó la jornada.
La novia, visiblemente emocionada, expresó su compromiso de acompañar y apoyar a su esposo en esta nueva etapa de sus vidas.
Este matrimonio simboliza la esperanza y el deseo de construir un futuro distinto, aún en medio de las circunstancias adversas, y demuestra que el amor no conoce fronteras.
El salón del evento lució hermoso; la decoración estuvo a cargo de un grupo de internos en apoyo al novio.
Ellos también elaboraron los centros de mesa que consistían en arreglos florales, las flores hechas de cinta mantequilla de colores rosado, blanco y azul.
Asimismo, el ramo de la novia, el cual quedó en manos de una de las invitadas tras ser lanzado por la novia.
DATO
La boda, autorizada por las autoridades penitenciarias, contó con la participación de internos que decoraron el lugar con flores de cinta en tonos pastel.