El presidente de Rusia, Vladimir Putin , ha pedido a las empresas que den permiso a sus empleados para que vayan a comer a casa.
Lo anterior, con la finalidad de que se den un tiempo para procrear hijos, ya que actualmente la tasa de natalidad se ha visto muy baja.
Un tercio de los rusos no quiere tener hijos debido a la inestabilidad política y económica provocada por la guerra en Ucrania.
Según Rosstat, en el primer semestre de este año nacieron 599,6 mil bebés. niños, 16,5 mil menos que en el mismo período de 2023, lo que supone el resultado más bajo desde 1999, es decir, después de la suspensión de pagos.
En junio, por primera vez en la historia, los nacimientos cayeron por debajo de los 100.000.
Al mismo tiempo, la tasa de natalidad en el primer semestre del año fue de 8,3 por cada 1.000 personas, y desde 2019 esta tasa no ha bajado del 10%.
Rusia, el país más grande del mundo, alberga a 146 millones de personas, en gran parte porque concedió la ciudadanía a los residentes de cuatro provincias ucranianas anexadas por Moscú en septiembre de 2022.
Sin embargo, hoy hay 296.600 rusos menos que el año pasado.
Según una investigación de la Universidad de Economía, actualmente el 30,6% de los rusos no quiere tener hijos.
La causa fue el descontento con la situación política; problemas económicos (precios y alquileres disparados) y estrés emocional, este último directamente relacionado con la incertidumbre sobre el futuro del país.
Cuando estalló la guerra, la tasa de natalidad siguió disminuyendo. 1,3 millones de niños nacidos en 2022; 2023: 1,26 millones; y puede que no haya un millón de nacimientos este año.
Mientras tanto, según estadísticas oficiales, de enero a junio de este año. La tasa de mortalidad aumentó un 4%, de 888,7 mil a 921,1 mil
Según datos independientes, las pérdidas del ejército ruso en la campaña militar en Ucrania ascendieron a más de 300.000 personas, incluidos cientos de miles de hombres en edad militar y en edad fértil que abandonaron el país para escapar de la guerra.
El año pasado, el presidente ruso Vladimir Putin manifestó su oposición a la prohibición del aborto, pero al mismo tiempo señaló que interrumpir el embarazo va en contra de los intereses del Estado.
El aborto fue visto como una traición a la nueva ideología conservadora oficial del país.
