Nicaragua tiene las mejores carreteras de Centroamérica y, si no las mejores, en realidad son superiores a las nuestras.
Bien señalizadas, pintura reflexiva muy visible en la noche, bahías de auxilio en caso de problemas y, hay que decirlo, también muy supervisadas por la autoridad con operativos que permiten mantener el orden (y vigilar a los ciudadanos).
Pero son magníficas y lo mejor de todo: no se paga ni un centavo de peaje en ninguna de ellas.
¿Por qué nosotros, que somos más libres, donde existe un cierto balance en los poderes, no uno total como en el país vecino, por qué nosotros tenemos que pagar carísimo peaje en carreteras de segunda calidad?
Los vehículos automotores pagan impuestos de importación, impuestos al combustible, impuestos en llantas y repuestos, impuestos para circular, costos por obtener y renovar licencias de conducir, todos iguales o más altos que Nicaragua, ¿por qué nosotros tenemos carreteras con peaje?
Uno podría pensar que un gobierno tan fuerte como el de Nicaragua se aprovecharía para cargar de peaje las carreteras y obtener más ingresos, ¿quién iba a protestar en un país donde no está permitido hacerlo?
Pero no, ahí no se paga peaje. Entonces, ¿por qué nosotros sí?
No lo comprendo…
Hace unos diez años nos cargaron un impuesto disfrazado llamado Tasa de Seguridad, el 1.5 por millar en todas las transacciones bancarias.
Se suponía que con eso íbamos a mejorar la seguridad, nuestra seguridad, la de nosotros, los que pagamos ese y todos los impuestos.
¿Puede alguien atreverse a decir que en todo ese tiempo y con todos esos miles de millones recaudados ha mejorado en algo la seguridad? Me refiero a la seguridad personal, de nuestras familias, hogares y negocios.
¡Noup!
Las cosas siguen igual o peor por lo que uno se pregunta: ¿La seguridad de quién mejoró con todo ese dinero?
Hace poco trajeron con mucho bombo unas patrullas llamadas Mamba o algo así. No dijeron el costo por motivos de seguridad… por favor, el valor está en internet.
No hemos visto una de esas patrullando por ninguna parte, ¿dónde las tienen?, ¿la seguridad de quién están cuidando?
Eso no se sabe, lo que sí se conoce con certeza es que se pagaron con los impuestos del pueblo, no con los sueldos de los funcionarios cuya seguridad están protegiendo.
O las tienen cuidando los cuarteles, igual que la mayor parte de la fuerza pública, la que es tan difícil de encontrar en las calles cuando se le necesita.
Debemos tenerlo -y decirlo- bien claro, el dinero de los impuestos, de todos ellos y de la Tasa de Seguridad NO pertenece al Gobierno, es del pueblo.
El Gobierno se lo quita al pueblo de sus salarios e ingresos con la suposición de que lo regresarán en servicios.
Salud, abundantes medicinas en los hospitales públicos. ¡Educación, con instalaciones seguras y bien equipadas y -también y, sobre todo- seguridad!
Seguridad personal, para las familias y sus bienes.
Sinceramente, de todo corazón, alguien puede decir que estamos bien en esos tres vitales puntos.
A veces el Gobierno publica la noticia de que han bajado los asesinatos, ¡bien por eso!
Pero, ¿se ha reducido el robo callejero de carteras, celulares, cadenas y todo aquello de que los delincuentes pueden echar mano y en un segundo desaparecer corriendo por ahí?
Creo que para la mayoría de los ciudadanos la reducción de esos delitos es más importante que la de asesinatos.
Hace algunos años recomendé al ministro de Seguridad de aquella época que se montara a un bus, sin escolta, sin fotógrafos, solito, como la mayoría de los usuarios, a ver cómo le iba.
Sería bueno que el actual funcionario hiciera algo a ver parecido a ver cómo le va y también es bueno preguntar… ¿se atrevería?
Sufrir lo que sufre el pueblo todos los días es algo que desde las alturas se ve como una película de menor importancia, la cantidad de asaltos callejeros es una estadística imprecisa.
Mucha gente no se toma la molestia de denunciarlos, no se sabe cuántos son.
Lo que sí se sabe es que el Estado -el gobierno de turno- es el encargado de cuidar a la gente, no sólo la de su partido, no sólo la de familiares y amigos, sino de toda la gente.
Empecé hablando de peajes y terminé en el tema número uno en importancia de acuerdo con muchas encuestas, seguridad.
Regreso al punto: a muchos les gusta el régimen de Nicaragua, ¿por qué no copian lo de los peajes?
