Ocotepeque. La muerte de Ángel Ariel López Mejía, un menor de 15 años, ha causado conmoción en la comunidad de San Marcos, luego de que presuntamente fuera alcanzado por un disparo efectuado por un agente de la Policía Nacional.
Según relatos de testigos y familiares, el joven regresaba a casa junto a un amigo luego de salir a comprar comida.
Al ver la presencia policial, ambos adolescentes habrían intentado huir, lo que, de acuerdo con versiones de personas cercanas, provocó una reacción desproporcionada por parte de los uniformados.
«Ellos se asustaron cuando vieron a la policía. Yo entiendo que eso es contra la ley, pero hay métodos antes de disparar», declaró una mujer que trabajaba con el menor.
Quien además lo describió como un joven trabajador, sin vicios, lleno de sueños y esperanza.
La versión oficial
El jefe departamental de la Policía en Ocotepeque, Miguel Ángel Villatoro, informó que el agente involucrado realizó un disparo al suelo y posteriormente inició una persecución.
No obstante, esa versión se ha cuestionado, ya que el adolescente fue impactado en la cabeza por un proyectil.
Lo que, le causó la muerte horas más tarde en el Hospital Mario Catarino Rivas, en San Pedro Sula.
Un informe preliminar de los forenses indica la presencia de residuos de plomo en el cráneo del menor, lo que refuerza la hipótesis de que el disparo fue directo.
Exigen justicia
La comunidad local y usuarios en redes sociales han expresado su indignación y han exigido una investigación transparente.
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“El niño tenía una bala en la cabeza. Qué vergüenza de autoridades, las de este país”, escribió una internauta, reflejando el sentir generalizado de desconfianza hacia las instituciones.
El agente involucrado ya esta en custodia del Ministerio Público en Ocotepeque, mientras organizaciones sociales y defensores de derechos humanos piden que el caso no quede en la impunidad.