España. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, fue reelegido este domingo como secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), en un contexto marcado por acusaciones de corrupción que afectan a su entorno cercano.
La renovación de su liderazgo se produjo con el respaldo del 90 % de los votos durante el 41º Congreso del partido, que se celebra desde el viernes en Sevilla, Andalucía.
Sánchez continuará controlando el partido, con la ratificación de varios miembros clave de su equipo, como María Jesús Montero, su ministra de Hacienda.
Quien sigue como número dos, y Santos Cerdán, quien permanece en el influyente puesto de secretario de Organización.
En su discurso, el presidente regional de Cataluña, Salvador Illa, destacó que «los socialistas venimos aquí a construir un proyecto sólido, claro, útil para España y a reforzar el liderazgo de Pedro Sánchez después de seis años de buen gobierno».
Sin embargo, este congreso se desarrolla en un momento delicado para Sánchez, quien enfrenta investigaciones judiciales sobre diversas figuras cercanas a su entorno.
Incluyendo a su esposa Begoña Gómez, su hermano David Sánchez y su exministro de Transportes, José Luis Ábalos.
Escándalo
El escándalo más reciente involucra a Juan Lobato, responsable del PSOE en Madrid, quien renunció tras implicar a una consejera de la Moncloa en filtraciones de documentos judiciales para dañar a la presidenta madrileña de la derecha.
Por su parte, Cuca Gamarra, secretaria general del Partido Popular (PP), criticó la situación.
«Mientras el PP está reunido para blindar la igualdad, el PSOE está reunido para blindar la corrupción de Sánchez», ironizó durante una reunión de líderes municipales de su partido.
Sánchez, que asumió el cargo de presidente en 2018 tras una moción de censura contra el PP, también se ha enfrentado a dificultades políticas debido a la falta de una mayoría clara en el Parlamento.
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Aunque cuenta con el apoyo de su partido y de la coalición de izquierda radical Sumar, le resulta difícil asegurar los votos necesarios de los partidos independentistas catalanes y vascos.
El congreso socialista, originalmente previsto para 2025, se adelantó un año por solicitud de Pedro Sánchez.
Quien se encuentra debilitado por las investigaciones y por las dificultades para impulsar su agenda legislativa.