La tensión comercial entre Canadá y Estados Unidos ha escalado a un nuevo nivel después de que la provincia canadiense de Ontario anunciara la cancelación de un contrato de 100 millones de dólares canadienses (68 millones de dólares estadounidenses) con Starlink, la compañía de internet satelital de Elon Musk.
La decisión, tomada por el primer ministro de Ontario, Doug Ford, es una respuesta directa a los aranceles impuestos por el gobierno estadounidense a productos canadienses.
Ford declaró que Ontario no hará negocios con empresas estadounidenses mientras persistan los aranceles, argumentando que estas medidas perjudican la economía canadiense.
Además de la cancelación del contrato con Starlink, el primer ministro anunció la prohibición de que empresas estadounidenses participen en licitaciones provinciales, lo que podría representar una pérdida de «decenas de miles de millones de dólares» en ingresos para las empresas del país vecino.
La decisión de Ontario se suma a otras medidas de represalia tomadas por Canadá, como el retiro de marcas de bebidas alcohólicas estadounidenses de los estantes de las tiendas gubernamentales.
La Junta de Control de Bebidas Alcohólicas de Ontario, por ejemplo, vende cerca de mil millones de dólares en bebidas estadounidenses cada año, lo que evidencia el impacto económico de estas acciones.
Ford ha sido enfático en su mensaje, señalando que Canadá no inició esta disputa comercial, pero está preparada para defender sus intereses.
El primer ministro ha convocado elecciones provinciales recientemente y busca un mandato de cuatro años, superando el período de gobierno del presidente estadounidense.
Repuesta de Canadá
La respuesta de Canadá ha sido motivada por los aranceles impuestos por Estados Unidos a productos canadienses, lo que ha afectado negativamente a la economía del país.
Ford ha descrito estas medidas como un «impuesto a los ciudadanos estadounidenses» y ha criticado al gobierno estadounidense por dañar los ingresos de las familias y las empresas.
En un llamado al patriotismo económico, Ford ha instado a los canadienses a priorizar la compra de productos nacionales, incluso sugiriendo que las empresas coloquen la bandera canadiense en sus productos para facilitar la identificación por parte de los consumidores.
La tensión comercial entre Canadá y Estados Unidos ha generado preocupación en ambos lados de la frontera, con empresarios y ciudadanos temiendo las consecuencias a largo plazo de estas medidas proteccionistas.
La incertidumbre económica y la posibilidad de una escalada en la disputa comercial son temas que preocupan a los sectores productivos de ambos países.
La decisión de Ontario de cancelar el contrato con Starlink y prohibir la participación de empresas estadounidenses en licitaciones provinciales marca un nuevo capítulo en esta disputa comercial y plantea interrogantes sobre el futuro de las relaciones económicas entre Canadá y Estados Unidos.