Autoridades mexicanas resguardan a, al menos, 368 migrantes en el poblado de Copainalá, en el sureño estado de Chiapas, entre ellos a 11 hondureños.
Los que están a la espera de acreditar su estancia legal o se deportarán a sus países de origen.
Ellos permanecerán en el Instituto Nacional de Migración (INM) de México.
El resguardo se realizó entre el INM, la Guardia Nacional y el Ejército mexicano, alertados por propios pobladores de la zona.
Abandonados en la carretera
Al grupo numeroso de migrantes los abandonaron en las inmediaciones de la carretera que conecta a Copainalá con Chicoasén, en el sur mexicano.
De acuerdo con las autoridades, las personas extranjeras se evaluaron en la zona para saber su situación de salud.
Se espera que se muevan a las oficinas centrales del INM para que continúen con su procedimiento legal o los pueden deportar a su país.
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El personal asignado a la zona centro de Tuxtla Gutiérrez trasladó a 217 guatemaltecos, 7 salvadoreños, 45 ecuatorianos, 3 cubanos, 11 hondureños, y 85 nicaragüenses, según reportes oficiales.
Hay 30 menores solos
Se trata de 228 adultos de sexo masculino, 30 menores solos, 30 núcleos familiares con 54 miembros, y 66 personas de sexo femenino.
En un primer grupo, las autoridades trasladaron a seis mujeres embarazadas, por lo que el proceso fue lento, por la condición de estas personas.
Los extranjeros se encontraron cerca del río Grijalva.
Una zona de difícil acceso, por lo que las autoridades acudieron caminando para encontrar a los migrantes.
Los extranjeros se llevaron a la estancia provisional de Tuxtla Gutiérrez en autobuses de las autoridades mexicanas para determinar su situación migratoria en el país.
