Científicos han identificado por primera vez en Estados Unidos la presencia del virus Camp Hill, un patógeno potencialmente mortal perteneciente a la familia de los henipavirus.
El hallazgo fue realizado en musarañas de Alabama, lo que ha generado inquietud sobre su posible transmisión a humanos y un eventual brote.
El virus Camp Hill es un pariente cercano del virus Nipah, el cual ha causado brotes con tasas de mortalidad de hasta el 70% en el sudeste asiático.
Aunque el nuevo virus nunca ha sido detectado en humanos, los investigadores aún desconocen sus síntomas y su nivel de letalidad.
Sin embargo, el virus Langya, otro henipavirus transmitido por musarañas en China, ha provocado fiebre, fatiga, tos y disfunción hepática en humanos.
El Dr. Rhys Parry, de la Universidad de Queensland, confirmó la presencia del virus en musarañas de Alabama y señaló que «su detección en América del Norte es significativa, ya que sugiere que estos virus pueden estar más extendidos de lo que se creía».
El descubrimiento ha llevado a los investigadores a preguntarse si ya ha habido contagios en humanos sin ser detectados.
El informe científico advierte que «dadas las altas tasas de letalidad de los henipavirus, la presencia del virus Camp Hill en Norteamérica genera preocupaciones sobre eventos de contagio pasados y futuros».
Sin embargo, los expertos insisten en que se necesita más investigación para determinar el riesgo real para los humanos.
Los henipavirus han demostrado ser altamente peligrosos en el pasado. El virus Hendra, detectado por primera vez en Australia, tiene una tasa de mortalidad del 70%, mientras que el virus Nipah ha causado la muerte de entre el 40% y el 75% de los infectados en brotes registrados en Malasia y Bangladesh.
Ambos virus pueden provocar síntomas similares a la gripe, neumonía y, en casos graves, inflamación cerebral, convulsiones y coma. Actualmente, no existen tratamientos específicos para estos virus.
El descubrimiento del virus Camp Hill en un mamífero norteamericano ha cambiado la percepción sobre su posible propagación.
Hasta ahora, se creía que los murciélagos frugívoros australianos eran los principales reservorios del virus.
Sin embargo, encontrarlo en musarañas sugiere que su distribución es más amplia de lo que se pensaba y que ha evolucionado para adaptarse a distintas especies animales.
Los investigadores identificaron el virus en 2021, pero los resultados fueron publicados recientemente. Como parte de un estudio sobre el envejecimiento de mamíferos, los científicos analizaron muestras de tejido de cuatro musarañas de cola corta del norte (Blarina brevicauda) capturadas en Alabama y detectaron material genético del virus en sus riñones.
Esto sugiere que, en caso de infectar a humanos, podría afectar los mismos órganos.
El Dr. Ariel Isaacs, coautor del estudio, destacó que su equipo se está enfocando en desarrollar vacunas contra esta familia de virus.
Los henipavirus, como Nipah y Hendra, infectan las células mediante proteínas específicas en su superficie, lo que les permite multiplicarse dentro del huésped.
Según Isaacs, el siguiente paso en la investigación será analizar estas proteínas para comprender mejor su funcionamiento y diseñar estrategias de protección contra estos patógenos emergentes.