La industria agropecuaria contribuye con el 15% al PIB del país. Si sumamos la agroindustria, este sobrepasa el 30%; ello sin dejar de mencionar que las actividades agropecuarias son un importante generador de divisas y principal fuente de trabajo para Honduras. Conversamos con Marlon Villarreal, vicepresidente de Negocios Agropecuarios del Banco Atlántida para conocer los retos que afrontan ambos sectores para seguir creciendo y las novedades que impulsa el Banco en productos y servicios para el sector.
¿De qué manera el Banco Atlántida impulsa el crecimiento de este sector importante para la economía hondureña?
R/ Nos hemos convertido en el ente financiero de Desarrollo Agropecuario y Agroindustrial para Honduras, siendo líderes en apoyar la producción y cultivo primario para productos como café, palma africana, banano, caña de azúcar, hortalizas, camarón, tilapia, ganado bovino, ganado porcino, avicultura entre otros. Sumando a ello un valor agregado sustancial para fortalecer los procesos de transformación agroindustrial que permita generar mejores ingresos para los inversionistas.
Cabe mencionar que el sector agropecuario contribuye con el 15% al PIB del país, sin embargo, si sumamos la agroindustria, este sobrepasa el 30%; ello sin dejar de mencionar que las actividades agropecuarias son un importante generador de divisas y principal fuente de trabajo para Honduras.
LEA MÁS: Banco Atlántida premia a sus tarjetahabientes con grandes promociones
Para Banco Atlántida este sector es fundamental y hemos sido un jugador clave en su desarrollo. Tenemos el ADN agro y ello nos enorgullece. Por ejemplo, hemos sido el único banco por casi cinco décadas para la industria bananera en la ciudad de La Ceiba de la mano con accionistas que siempre creyeron en nosotros y hoy han triunfado.
¿Cómo ha evolucionado el número de clientes para el sector agropecuario-agroindustrial en los últimos años?
R/ Como Banca Especializada con más de 10 años en el sector y con un equipo de colaboradores profesionales de las ciencias agrícolas, hemos aprendido a medir el altísimo riesgo técnico financiero que este sector presenta, lo que ha permitido diseñar un traje a la medida tanto para los diferentes subsegmentos como para cada uno de los clientes.
Nuestro propio modelo de Agronegocios Atlántida está orientado a mitigar el riesgo y obtener un crecimiento diversificado y sostenible. En ese sentido, hemos crecido a razón de dos dígitos en los últimos años con un portafolio de clientes muy sano y robusto.
¿Cuáles cree que son las nuevas oportunidades para sus clientes del sector agropecuario-agroindustrial?
R/ Existe un reto muy grande a nivel mundial: producir alimentos con menos recursos naturales y mayor costo para una población que crece exponencialmente. Ello nos compromete a enfocar nuestro esfuerzo en términos de productividad (mayor rendimiento por área) y eficiencia en costos.
Nuestra experiencia nos lleva a sostener que solo lo podemos lograr con asistencia técnica calificada, inversión en transferencia de tecnología, alta genética, programa de nutrición, uso de buenas prácticas agropecuarias y agroindustriales, integración vertical en la cadena productiva, valor agregado, certificaciones, diversificación, economía circular y reducir impacto ambiental. Para nosotros es una buena oportunidad para poder abrir fronteras a mercados diferenciados.
¿Cuáles considera son los desafíos para el sector agropecuario-agroindustrial en el país?
R/ Son varios los retos para el sector y para mencionar algunos tenemos, por ejemplo: pobre infraestructura vial, poca mano de obra calificada, falta acceso a educación, transferencia de tecnología, cambio climático, elevados costos de producción y competitividad con países que subsidian este sector.
Sobre el área del Banco, ¿cuál es su proyección, objetivos y estrategias para los próximos 5 años?
R/ Fortalecer nuestro propio Modelo de Negocios Agropecuarios que es “vender para producir”. Esto supone: promover agro contratos, seguros de mercado, asegurar la integración vertical en toda la cadena agroalimentaria, destinar inversión en tecnología, así como el uso eficiente del agua, reducir huella de carbono, desarrollar economía circular y seguro agropecuario.
De esta manera, estamos en la capacidad de continuar con un crecimiento sostenible y diversificado en los diferentes subsegmentos del sector agropecuario, sin dejar la capacitación y actualización de conocimiento de nuestros equipos de best practices (buenas prácticas) en América Latina principalmente, con el propósito de anticipar nuestro riesgo y generar directrices para esta banca especializada.
¿Cuál es el potencial que ustedes evalúan o ven para el área, ahora que cuentan con un sistema SAP? ¿de qué manera impacta esto en sus clientes de este sector?
Definitivamente nuestro nuevo y moderno Core Bancario permitirá estandarizar productos y servicios agropecuarios-agroindustriales, así como replicar procesos en los diferentes países con esta vocación agro donde Banco Atlántida decida invertir.
Seremos capaces de diseñar herramientas financieras específicas y modelos de negocio inclusivos como “Agro Clusters” para desarrollar la transferencia de tecnología y buenas prácticas. El impacto es sumamente positivo ya que es flexible, personalizado y puede ser ajustado según las condiciones intrínsecas de cada región.
¿Tienen pensado incluir algún servicio o programa nuevo en sus planes de sus clientes para estos sectores?
Por supuesto. Buscamos mejorar y desarrollar nuevos servicios como, por ejemplo, una tarjeta de crédito en alianza con un agro comercial para compra exclusiva de insumos agrícolas (fertilizantes, pesticidas, semillas, otros) con un beneficio atractivo, servicios en tecnología para desarrollar la actividad con precisión (drones, estructuras protegidas, tractores sin conductor, sistema satelital, etc.).
¿Cómo pueden las empresas del sector sacar el máximo provecho de la situación económica actual?
R/ Honduras debe aprovechar su ubicación geográfica estratégica en el corazón del continente americano. Ser conscientes de competir con calidad más que volumen y, en ese sentido, orientar la producción hacia el uso con tecnología de punta que permitirá mejorar productividad por área y diluir costos. Pero, además, generar valor agregado con productos diferenciados según la demanda de los mercados en la actualidad que nos convierte en más competitivos; esto de la mano con el desarrollo de una economía circular que contribuya al máximo aprovechamiento de los desperdicios orgánicos, así como el autoconsumo de energía limpia.
¿De qué manera impulsan el desarrollo sostenible en sus clientes agropecuarios- agroindustriales?
R/ Hablar de desarrollo agro sostenible involucra tiempo y ello lo impulsamos con nuestro Modelo de Agronegocios Atlántida que comprende cuatro ejes: mercado, productor, medio ambiente y financiero. La sostenibilidad en la demanda del mercado está orientada a promover una agricultura con productos diferenciados y con valor agregado que es “vender para producir; la sostenibilidad para el productor se basa en la experiencia y/o asistencia técnica, uso de tecnología, alta genética, programa de nutrición y buenas prácticas, así como el modelo inclusivo a través de “clusters” para integrar grandes, medianos y pequeños productores.
La sostenibilidad en el ámbito socio ambiental se da a través de certificaciones (comercio justo, rainforest, orgánico, otros) o economía circular que permita “cero desperdicios”; para ello contamos con unidad específica para medir impacto ambiental de los proyectos y seguro agropecuario; mientras que la sostenibilidad financiera está orientada a la innovación de productos y servicios que generen utilidades positivas para todos “ganar”.