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Honduras
martes, abril 23, 2024

No se puede permitir

Ningún gobierno puede abusar llegando por la puerta de la democracia para convertirse en opresor del mismo pueblo que lo colocó en su sitial de privilegio para servir a los demás. Eso es algo que jamás el pueblo hondureño debe permitir.

Un gobierno totalitario es aquel que busca controlar todos los aspectos de la vida de sus ciudadanos y limitar la libertad individual. El camino hacia el totalitarismo puede ser lento y gradual, pero los pasos que lo llevan allí son reconocibles y preocupantes.

El primer paso es el debilitamiento de las instituciones democráticas y la erosión de la confianza en ellas. Esto puede ocurrir a través de la corrupción, el nepotismo y la politización de las instituciones judiciales y de medios de comunicación. El Gobierno puede comenzar a utilizar la fuerza y el miedo para intimidar a los ciudadanos y suprimir cualquier disidencia o protesta. Eso ya lo estamos viendo.

El siguiente paso es la creación de una ideología oficial, una forma de pensamiento que se impone a todos los ciudadanos. Esta ideología puede ser pro-nacionalista (pero nada que ver con cosa partidaria, sino con cuestiones de “patriotismo” falso), religiosa o política, pero siempre se utiliza para justificar la toma de decisiones autoritarias y el control del Gobierno sobre la vida cotidiana de las personas. Los medios de comunicación son controlados y utilizados para difundir esta ideología y silenciar cualquier otra voz. Eso también ya se está viendo.

El gobierno totalitario también busca el control de la educación, con la finalidad de que las futuras generaciones sean educadas de acuerdo con su ideología y perpetúen su poder. Se eliminan o limitan las clases de filosofía, historia y otras materias que fomenten el pensamiento crítico y el debate. Los libros y materiales de enseñanza son censurados y sólo se permiten aquellos que se ajustan a la ideología oficial.

La creación de una policía secreta (ya se dijo descaradamente que habrá agentes infiltrados vigilando las protestas) es otro paso hacia el totalitarismo. Esta fuerza se utiliza para espiar a los ciudadanos, recolectar información sobre ellos y eliminar cualquier amenaza a la ideología oficial. Los ciudadanos viven en un estado constante de temor, no saben quién está espiando a quién y qué información está siendo recolectada sobre ellos.

La propaganda también es una herramienta importante para un gobierno totalitario. Se utilizan técnicas de persuasión y manipulación para controlar la opinión pública. Los ciudadanos son bombardeados con mensajes que refuerzan la ideología oficial y demonizan cualquier forma de disidencia. Se crean mitos y símbolos que exaltan al líder y al gobierno.

De eso llevamos décadas sufriendo esa sistemática manera.
La supresión de la disidencia es la última escalada hacia el totalitarismo. Los ciudadanos que se atreven a hablar en contra del gobierno son perseguidos y encarcelados. La libertad de expresión y de prensa son eliminadas, así como el derecho a reunirse pacíficamente. Los ciudadanos no tienen forma de oponerse al gobierno y viven en un estado constante de opresión. De eso ya pronto se comenzará a ver, sin duda alguna si se les permite.

Es importante que los ciudadanos estén alerta a estos pasos y defiendan la democracia y las libertades individuales.

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