Por: Alberto García Marrder
HONDURAS. Ante lo que se avecina en Estados Unidos en enero, cuando tome posesión Donald Trump para un segundo y amenazante mandato, el futuro migrante hondureño debería de buscarse un plan alternativo.
Y ¿por qué no Canadá o España? Los dos países tienen sus pro y contras, pero son altamente atractivos y luego lo explico. Pero primero porque Estados Unidos dejará de ser el paraíso para los migrantes mexicanos y centroamericanos en el año 2025.
Trump ha prometido, y lo hará por una promesa electoral, una deportación masiva de los migrantes indocumentados (no me gusta la palabra “ilegales”) hacia México o a su país de origen. Posiblemente hay unos 20 millones actualmente, pero con tal que eche a un millón ya es alarmante y con fuertes consecuencias. Y esto provocará una severa crisis entre México y Estados Unidos.
Trump amenazará con imponer altas tarifas arancelarias a los productos importados del país vecino si no toma medidas para para frenar el flujo migratorio hacia Texas, el propio o el que viene de paso.
No solo de El Salvador, EN LA SEGUNDA Y AMENAZANTE ERA TRUMP MIGRANTES HONDUREÑOS BUSCARÁN UN PAÍS ALTERNATIVO A EE. UU., ¿CANADÁ O ESPAÑA?
Trump ha prometido, y lo hará por una promesa electoral, una deportación masiva de los migrantes indocumentados. Por: Alberto García Marrder Especial para Proceso Digital, La Tribuna y El País de Honduras. 54,000 MILLONES DE DÓLARES es el flujo de remesas enviada por indocumentados desde Estados Unidos. La bandera canadiense.
La Plaza Cibeles, en Madrid, España. Policías de inmigración en el aeropuerto de Madrid. Honduras o Guatemala, también de Ecuador o Venezuela, a través de Colombia.
El corresponsal en México del diario español, ABC, Milton Merlo, escribe que la deportación masiva de migrantes mexicanos en Estados Unidos crearía una enorme crisis, humanitaria y económica de varios frentes.
“La llegada de miles de mexicanos deportados, elevaría los niveles de desempleo y pobreza. Además, reduciría el flujo de las remesas, actualmente estimadas en unos 50,000 millones de euros al año (unos 54,000 millones de dólares).
¿Y HONDURAS?
Puedo revelar sin dar su nombre, la historia de una joven hondureña de Siguatepeque que llegó a Madrid hace unos dos meses en un vuelo directo de Air Europa desde Palmerola y que ya trabaja como interna en una casa cuidando un anciano, padre de un amigo periodista, por 1,200 euros mensuales, un día libre y un mes de vacaciones, que ya dice no quiere disfrutarlo, pero sí cobrarlo.
A Suyapa (no es su verdadero nombre) le interesa ganar dinero para pagar la deuda que ha dejado en Honduras. Solo el paquete del avión de ida y vuelta por una semana para demostrar que viene a España para “hacer turismo”, cosa que no es verdad, y un hotel pagado para esos días, le ha costado nada menos que 34,000 lempiras, unos 1,400 dólares.
En el aeropuerto Barajas de Madrid, esta es la conversación de Suyapa (no es el verdadero nombre) con el agente de la Guardia Civil que le toca en la sala de inmigración.
¿Pasaporte?, le pide el agente con gesto serio y de pocos amigos. “Suyapa”, muerta de miedo, se lo entrega. Él ve la procedencia, y observa lo que lleva, solo un maletín de mano, una buena señal.
Si viniera con una maleta grande sería para más de un mes, seguro que la rechazaría por falsa turista y la enviaría “al cuartito”. ¿Qué turismo viene hacer en España?, le pregunta él y ella comete un error al contestar: Pues a visitar la Gran Vía, la Plaza Real y Cibeles.
Eso se visita en un solo día y no necesita siete, le contesta el agente, que esperaba una mención a Segovia, Sevilla o Salamanca.
De todas maneras, y sin estar bien convencido de que tiene enfrente a una futura turista, le estampa el sello de entrada y le dice “Bienvenida a España”. Suyapa, eufórica, coge su maletín y entra a España para convertirse en un hondureño más de los casi 10 mil que viven en el país, supuestamente, como “turistas” que trabajan y ganan euros.
Desde luego, es mucho más fácil que ir a pie en México en una caravana de migrantes hacia la frontera mexicana, estadounidense o pagándole a un “coyote” para que le ayude a cruzar de noche y a nado el río Bravo para llegar a Texas, donde le espera la Guardia Fronteriza para detenerlos.
¿Y CANADÁ?
Sobre la opción de Canadá, me remito a la opinión de alguien que lo conoce bien, la del sociólogo cubano americano que vive en Honduras y es un gran especialista en temas migratorios, Ricardo Puerta:
“Canadá es un país más ejemplar y atractivo que Estados Unidos en temas de política migratoria. Está más actualizado y es más humanista en migración, aspecto que resaltó ahora con la Presidencia de Donald Trump”.
“Con Trump en el poder, Canadá, a pesar de ser un país más frío que Estados Unidos, se convertirá en una opción real y atractiva para los hondureños que quieran emigran al extranjero”, escribe Puerta.
Pero también he recabado la opinión de una universitaria hondureña que lleva años en Canadá, de forma legal: “Canadá no puede y no va a recibir refugiados hondureños, nunca lo ha hecho”. Y mi opinión: Me gusta Canadá, pero no su frío.