San Pedro Sula. “Aprendí a apreciar a Honduras y a su gente cuando estaba haciendo una investigación culinaria para mi libro Gran Cocina Latina y más tarde para mi trabajo sobre el cacao. Conocí cocineros talentosos que me tomaron de la mano y me mostraron extraordinaria amabilidad. En memoria de ello, presenté enchiladas hondureñas de pollo en mi menú, cuando cociné en la Casa Blanca en 2009. “Honduras es un país especial que merece un mejor reconocimiento”.
Es parte de un escrito que Maricel Presilla, publicó en redes sociales, resaltando su emoción por ser parte de la VII edición del Festival Internacional del Chocolate Artesanal que se desarrollará en el Museo de Antropología e Historia de San Pedro Sula este fin de semana.
Maricell, que es co-fundadora del Instituto Internacional de Cata de Chocolate y Cacao (IICCT), participará en el festival con una conferencia titulada ”La importancia del análisis y entrenamiento sensorial para la industria del cacao y el chocolate fino de Honduras: la experiencia del IICCT”.
A su llegada al país, la experta en cacao fue recibida por Mariano García, propietario de Mayak Chocolate, y Efrén Elvir, propietario de Atucún Chocolatería, quienes se han encargado de mostrarle las riquezas gastronómicas y culturales del país.
Acerca de Maricell
Conocida también como doctora Presilla, es la primera mujer latinoamericana en ser chef invitada en la Casa Blanca. Ha recibido numerosos reconocimientos, incluyendo dos nominaciones a los premios James Beard por artículos en Saveur y el título de Mejor Chef del Atlántico Medio en 2012. Su libro “Gran Cocina Latina: The Food of Latin America” fue galardonado como Libro de Cocina del Año en 2013 por la Fundación James Beard.
Además de ser chef y copropietaria de Cucharamama en Nueva Jersey, Presilla es experta en alimentos de Latinoamérica y España, con un doctorado en historia medieval española.
También preside la Gran Cacao Company y ha recibido premios por su contribución a las artes culinarias, participando activamente en el ámbito editorial y en organizaciones como el Culinary Institute of America.
Presilla es una figura destacada en la industria del chocolate fino y ocupa roles clave en premios y organizaciones internacionales.
Cuando se dio a conocer su participación en el festival, Presilla, compartió en sus redes sociales un emotivo mensaje, sobre todo porque está encantada por la vasija, que es el ícono de esta edición del festival.
“Estaré cerca de este impresionante jarrón maya policromado del Valle de Ulúa en Honduras, mientras enseño el Nivel Intensivo 1 de IICCT en el Museo de Antropología e Historia de San Pedro Sula”, escribió.
Asimismo, indicó que en su participación hablará, entre muchas cosas, sobre esta vasija y cómo las mujeres mesoamericanas que vivieron hace mucho tiempo, inventaron beber chocolate, y cómo su arduo trabajo moliendo cacao en piedra se convirtió en la base de la tecnología moderna del chocolate.
“Ahí está ella, la anónima chocolate maya, arrodillada y moliendo frijoles de cacao con cotiledones blancos (lo que hoy conocemos como criollo desde el punto de vista genético) en un metate de piedra para hacer bebidas para un jefe maya. Ella está en la corte ya que las bebidas de cacao estaban destinadas a la realeza, y el jefe o rey se sienta en un trono ceremonial, esperando a ser servido. Qué privilegio para mí enseñar a mis alumnos hondureños a evaluar y probar el chocolate profesionalmente en su propio país, un lugar que empieza a recuperar cacaos criollos olvidados, y rodeado de arte mesoamericano ligado a la historia del chocolate”, apuntó.
En su relato destaca que está feliz de colaborar con este pequeño y animado festival de chocolate, que es de corazón puro y carece de los adornos de eventos más grandes con fondos del extranjero. Expresó que en el evento
hablará de la importancia de la evaluación sensorial tanto para el cacao como para el chocolate en un país cultivador de cacao como Honduras.
Asimismo, aprovechó para promover el turismo, destacando a Tela y La Ceiba con sus tradiciones garífunas. “Qué delicioso comer pan de coco, arroz y frijoles o dirigirte a las Ruinas de Copán para experimentar la cultura maya en su plena arquitectura y esplendor artístico”, concluyó.