Una profunda conmoción ha generado en las filas de la Policía Nacional de Honduras el hallazgo de dos de sus funcionarios sin vida en el interior de una camioneta, este miércoles 25 de junio.
El macabro descubrimiento se realizó en una solitaria calle de la aldea La Cuesta #1, en la capitalina zona de Comayagüela, generando alarma y un operativo de seguridad inmediata en la zona.
Las víctimas han sido identificadas como la Clase Matamoros y su esposo Torres Sanabria, quien además se desempeñaba como conductor del subcomisionado Osorto.
Ambos eran miembros activos de la institución policial y, según confirmaron las autoridades, eran pareja conyugal.
Detalles del hallazgo
De acuerdo con los reportes preliminares, uno de los cuerpos fue encontrado en el asiento del conductor de la camioneta, mientras que el otro fue localizado en el baúl del vehículo, una escena que las autoridades investigan como extremadamente violenta y posiblemente planificada.
Se conoció además que Torres Sanabria estaba asignado a labores en la posta policial del Zonal Belén, una de las zonas de vigilancia operativa de la capital.
La escena del crimen fue acordonada de inmediato por equipos de investigación criminal, quienes recaban evidencias para esclarecer los hechos.
Sin pistas claras
Hasta el momento se desconoce el móvil del crimen, y no se ha descartado ninguna línea de investigación, incluyendo posibles vínculos con el crimen organizado, represalias internas o móviles personales.
La Policía Nacional ha indicado que se están revisando cámaras de seguridad en el sector y recolectando declaraciones de vecinos que pudieran haber presenciado movimientos sospechosos.
El hecho ha generado un ambiente de luto y tensión dentro de la institución, que en lo que va del año ha reportado varios incidentes violentos contra miembros activos y retirados de la policía.
Reacciones
Autoridades de la Policía Nacional han lamentado públicamente el hecho y prometieron una investigación a fondo para dar con los responsables.
“No descansaremos hasta esclarecer este hecho y llevar ante la justicia a quienes resulten culpables”, expresó brevemente un vocero policial.
Familiares de las víctimas se hicieron presentes en el lugar y fueron atendidos por personal de la DPI y unidades de apoyo psicológico.
Este doble asesinato se suma a la creciente ola de violencia que golpea al país, donde incluso los miembros de las fuerzas del orden no están exentos del peligro, y pone nuevamente en debate la seguridad de los agentes en servicio y fuera de él.
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