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domingo, octubre 6, 2024

Los influencers que fingieron ser ricos

Tratar de ser un influencer ha desatado una moda de “fingir” que se tiene acceso a una vida llena de lujos, aunque eso implique alterar fotografías y comprar cajas vacías de firmas de lujo.

Vivir de la posibilidad de ser influencer es algo que resulta bastante llamativo en la actualidad, pues la aparente dinámica de generar dinero mientras se goza de acceso a viajes, regalos lujosos y excentricidades, todo por compartirlo en redes sociales suena fácil.

Pero el lucrativo negocio de ser una celebridad en redes ha hecho que el influencer finja lo que parece atraer miles de seguidores: tener una vida de lujos y riqueza, aunque aquello esté lejos de formar parte de su realidad.

Los influencers que aparentaron ser ricos

Tal parece que llevar la farsa de ser rico siempre va un paso más allá.

Ellos son los influencers que fingieron ser ricos utilizando sus redes sociales, perdiendo por completo su credibilidad y haciendo el ridículo.

Lil Tay

Créditos: El Mundo.

Esta niña fingió tener millones a sus 9 años y por culpa de su mentira, despidieron a su mamá.

Lil Tay presumía carros de lujo, mansiones y se burlaba de la gente de escasos recursos, mientras mostraba fajos de billetes. Su mentira se vino abajo cuando los jefes de su mamá, que trabajaba en una agencia de bienes raíces descubrieron sus propiedades y autos en los vídeos de Lil Tay.

No solo se le cayó la farsa, sino que su madre fue despedida por hacer mal uso de los bienes de la empresa.

Natalia Taylor

Créditos: Tik Tok.

Natalia Taylor fingió un carísimo viaje a Bali, pero olvidó borrarle las etiquetas a los productos  y se descubrió que esta en una tienda de inmuebles.

En sus fotos, salía presumiendo su jacuzzi, abriendo botellas de champán y ordenando room service.

Pero para estas fotos no se fue a Bali, fue a una tienda de muebles donde fingió una vida que no era la suya.

Byron Denton

Créditos: Hola.com

El influencer Byron Denton se hizo famoso por subir fotografías de sus viajes lujosos o comprando en las tiendas más exclusivas.

Sin embargo, después de la fama, él mismo subió un video explicando que le había visto la cara a todo mundo, ya que usó Photoshop para crear todo su contenido.

Byron lo hizo para demostrarle al mundo lo fácil que es fingir una vida de lujos y como él pudo engañar a sus seguidores, otros influencers podrían estar haciendo lo mismo.

Song Ji – A

Créditos: Milenio.

Song Ji-A saltó a la fama publicando su vida de lujos, ropa de marca, joyas y viajes, convirtiéndose en una celebridad de Korea del Sur.

Pero después de aparecer en un reality de Netflix, las personas comenzaron a sospechar de las prendas que tanto presumía, ya que se notaban que eran falsas.

En realidad, Song Ji-A no pertenecía a la clase económica que presumía, recibió tanto odio que borró su contenido y es que en su cultura, no se perdona la mentira.

Lissette Calveiro

Créditos: La Vanguardia.

Lissette estaba tan obsesionada con ser influencer que empezó a gastar cada vez más dinero para poder pretender una vida lujosa y así ganar más seguidores.

Aunque su truquito le funcionó momentáneamente, pronto llegó al límite en sus tarjetas de crédito, acumulando deudas de 10,000 dólares.

Para salir de esos problemas financieros, tuvo que declararse en bancarrota.

Gianluca Vacchi

Créditos: La Vanguardia.

Gianluca, un supuesto Sugar Daddy italiano, se la pasaba presumiendo su yate privado, sus esculturales novias y sus conexiones con celebridades.

Pero la fama de Gianluca se cayó cuando salió a la luz que no tenía ni peso en sus cuentas bancarias y tuvo que declararse en bancarrota.

Después de descubrirse que el italiano era pobre, todas sus novias le dijeron arrivederci.

Aunque en la actualidad es un hombre felizmente casado y con una hija.

Lisa Li

Créditos: New York Post.

Lisa Li presumía ser millonaria en redes sociales, tener una vida lujosa, pero todo dio un giro inesperado.

Su arrendadora mostró quién era Lisa en realidad. La influencer les mentía a sus seguidores, haciéndoles creer que tenía una vida privilegiada, cuando en realidad fue desalojada de su apartamento, porque no pudo pagar la renta.

Y cuando la dueña entró al lugar, terminó asqueada por las condiciones donde vivía Lisa, ya que era un lugar en completo hacinamiento, por eso la expuso como una farsante bastante sucia.

Johanna Olsson

Créditos: Instagram

La influencer Johanna Olsson presumía viajes envidiables y una vida llena de lujos, pero terminó haciendo el ridículo cuando se descubrió que solo era Photoshop.

Todo internet se burló de ella y sus pésimos dotes para la edición digital, cuando subió fotos desde Paris, que claramente se notaban que eran ediciones bastante feas.

Johanna se defendió diciendo que si había ido a Paris, pero que no le gustó el fondo de sus fotos y tomó unas de internet para que “luciera mejor”.

Obviamente nadie le creyó su excusa y ahora solo se recuerda por mentirosa.

Elijah Oyefeso

Créditos: Daily Mail.

Elijah Oyefeso era un influencer que presumía tener autos de lujo y ser un joven que se había hecho millonario por tener la mente de tiburón y ser buen inversionista.

Aunque muchos cayeron en su mentira, pronto se descubrió que todo el dinero que presumía, se lo debía a otras personas.

De hecho, uno de sus prestamistas lo exhibió en redes sociales y Elijah prefirió atropellarlo, que pagar lo que le debía.

No solo fue la burla en internet, también terminó en la cárcel por estafar personas y casi matar a una.

Elijah terminó guardado en prisión, cumpliendo una sentencia de mínimo tres años.

Pero entre cielo y tierra no hay nada oculto

Pretender ser rico es una estrategia bastante pobre con un efecto limitado, después de todo en esa mentira solo se triunfa de manera momentánea.

Los creadores de contenido que se hacen pasar por embajadores de marcas pueden acabar manchando la imagen de éstas en vez de promocionarlas, al pretender tener una vida fingida con el objetivo de ganar seguidores.

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