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miércoles, septiembre 11, 2024

Las vigas grandes

Yo no entiendo nadita de ingeniería, me dijo pensativo, viendo al otro lado de la calle, nomás pegué bloques una temporada, macaneado eso, me dijo serio. Allí fue cuando me derrengué la rabadilla, si no supiera yo que la albañilería es pesada…

Pero eso de clavar unas vigas así de largas en las bases, pues, no me creo, fíjese. Tal vez la doña se equivocó, es cierto, tal vez ella no sabe de eso, como yo de ingeniería, tal vez igualita a mí, solo hace lo que le dicen que tienen que hacer, una peona pues, pero bañadita y sin que le pegue el sol tanto. La cosa es, me dijo con ojos de sabiduría, que, si uno no sabe mejor quedarse calladito, en pico cerrado no entran moscas, decía mi finada abuela, ahora si la mandan como casi todos, si le dicen qué decir y qué hacer, es digna de lástima la pobre. Que la mande una manada de corruptos y que le digan que tiene que decir semejante sandez, pues, ya ve el calvario que debe de vivir. Aquí compa, uno por el hambre, ve cómo conseguir una chamba, vemos cómo nos enganchamos, ya vio que, si nos atrevemos a poner un changarrito, no prosperamos, ni hemos terminado de abrir y ya está la muni pidiéndonos el agua de los ojos en impuestos y permisos, como si uno estuviera montando las mentadas plantas nucleares y a los días, caen “los muchachos” exigiendo el dichoso impuesto, el que le mandan un papelito o un teléfono antes. Por eso, compa, esa doña que es doctora, según entiendo, anda diciendo eso, que las vigas son para construir no sé qué hospital y de una profundidad tal que casi le rayan el lomo a alguien en China, porque, como que van a cruzar el mundo, ella también padece de hambre, fíjese, y si le dicen qué decir, pues toca. Total, aquí, tanto los que están como los que se fueron y los que vendrán, vienen con los ojos puestos en la marmaja y como ya estamos acostumbrados a que nos den atol con el dedo, ¡no hay clavo, compa!

Esas benditas vigas solo es un ejemplo de la corrupción, la necesidad de tapar con engaños la inoperancia o el desvío de pistos para otros lados y no para lo que son. La señora, ‘pocita’ ella, solo es un títere más hablando para tratar de tapar el sol con un dedo, por eso dijo lo que dijo, pero ¿sabe compa?, la verdad, a saber, dijo, rematando con una carcajada, yo no soy ingeniero ¿vaa?

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