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viernes, abril 19, 2024

La ruta de los alimentos y el control de precios

Partiendo de la premisa que la cadena logística y la cadena de suministro no son la misma cosa y puede haber algún grado de confusión. Debemos dejar por sentado es que la logística son los criterios aplicados dentro de la cadena de suministro para que el bien sea entregado con una interacción entre medios y procesos para que el producto parta, desde su planeación, y así llegue terminado a un cliente final. Su actividad se desarrolla principalmente en dos escenarios: almacenamiento y transporte. La logística trata sobre proporcionar el artículo adecuado al cliente adecuado, en la cantidad adecuada, en las condiciones adecuadas, en el lugar adecuado, a la hora adecuada y al coste adecuado de ahí la aplicación de criterios.

Una de las variables que causan mucha pena en los actuales tiempos dentro de la cadena de suministro y la aplicación de la logística precisamente son nuestras carreteras y caminos que han sido y siguen siendo destruidos por el clima. Es realmente penoso que no siquiera dentro de las dos ciudades más desarrolladas de Honduras una emergencia deba ser atendida a destiempo hasta por un atasco en el tráfico o por, los ahora muy de moda, baches y que, no comprendemos porqué, cuando los reparan lo hacen a las horas de más circulación de tráfico causando aún más problemas, y es allí donde nos preguntamos y cuestionamos acerca de qué clase de profesionales (si es que lo son) manejan las riendas municipales o estatales, y esto dicho con optimismo porque lo deseable es que quienes estén manejando el país y las  ciudades sean universitarios con grados académicos necesarios y atingentes a los puestos que desempeñan. No es que sea discriminador el mensaje, los requisitos son casi ausentes para gobernar y ahí está el desbarajuste, es una verdad meridiana.

Otro tremendo relajo y casi como para ponerse a llorar de parte de nuestros productores del campo, cuando al aprovisionarse sus cosechas y prepararlas para el envío, la única forma posible de sacar de algunos lugares su producción sería en helicóptero, dicho con ironía, pero realmente es una frase irrefutable. Siendo así, los caminos maltrechos o ausentes, la desatención en la infraestructura (a propósito, esperamos que los pobladores de la zona de El Manacal ya se les haya construido el tantas veces prometido puente) y la ausencia de talento más que demostrada.

Esperamos que otra de las aparentes soluciones, dada las circunstancias, no se vaya a atrever el Gobierno a establecer un control de precios ya que esa es otra alarma que se encendería debido a que el Estado jamás debe controlar los medios de producción y determinar sus márgenes de ganancias, siempre y cuando estas sean justas. El Estado solo debe proporcionar las condiciones y, como ya sabemos, los más altos dignatarios no saben ni siquiera responder una pregunta sencilla de nuestros periodistas y deben recurrir a terceros sin ningún tipo de vergüenza, o disculpa al menos (honestamente se siente pena ajena), por pretender jugar con la inteligencia de la población demostrando ignorancia, indiferencia, ineptitud e inconsciencia. Sin caminos en buen estado, los alimentos se pondrán más caros o simplemente dejarán de existir y la hambruna será mucho peor mientras la irresponsabilidad y las payasadas sigan siendo aplaudidas. Hondureño, por favor despierta.

EditorialLa ruta de los alimentos y el control de precios

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