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miércoles, septiembre 11, 2024

¿La magia?

“BIDEN –comentario en una de las influyentes cadenas noticiosas– hizo algo importante, transfirió la maquinaria del partido a Kamala; los Obama, renovaron la magia del movimiento. Y lo hicieron en forma poderosa. Obama utilizó nostalgia en forma hermosa. No fue el gastado cliché de “vamos a hacer América grande otra vez”; sino que nos recordó de las mejores cosas de nuestras familias, de nuestros hogares, de nuestras vecindades”. “Y Michelle –en el papel de coach– señaló los pecados de la derecha –el caudal de dineros heredados, el lujo de engañar, timar a otros para salir adelante, doblar las reglas para siempre ganar y de lloriquear, que la mayoría no tiene– pero no se detuvo allí, igual lo hizo con la izquierda”. “El gimoteo de la izquierda –el complejo de “ricitos de oro”– también tiene que parar”. “No me percataba que había estado en un desierto espiritual hasta que ellos –en una muestra magistral de liderazgo, cumpliendo una sagrada tarea– crearon el oasis en ese escenario”. Dicho lo anterior, no estaría de más –ya que algunos fragmentos exaltan la validez de valores que a menudo tienden a ningunearse ya que se dan por sentados– la reproducción de algunos pasajes:

“Y mientras nos reunimos aquí esta noche –del discurso de Obama– las personas que decidirán esta elección se están haciendo una pregunta muy simple: ¿Quién luchará por mí? ¿Quién está pensando en mi futuro? ¿Sobre el futuro de mis hijos? ¿Sobre nuestro futuro juntos?”. “Una cosa es segura: Donald Trump no pierde el sueño por estas preguntas”. “He aquí un multimillonario de 78 años que no ha dejado de quejarse de sus problemas desde que bajó por su escalera mecánica dorada hace nueve años”. “Ha sido un flujo constante de quejas y agravios que en realidad ha ido empeorando ahora que tiene miedo de perder contra Kamala”. “Están los apodos infantiles, las locas teorías conspirativas, esta extraña obsesión con el tamaño de las multitudes”. “Simplemente sigue y sigue y sigue”. “No necesitamos cuatro años más de bravuconería, torpeza y caos. Hemos visto esa película y todos sabemos que la secuela suele ser peor”. “Estados Unidos está listo para un nuevo capítulo”. “Estados Unidos está listo para una historia mejor”. “Nuestro trabajo es convencer a la gente de que la democracia puede realmente dar resultados. Y no podemos limitarnos a señalar lo que ya hemos logrado. No podemos depender únicamente de las ideas del pasado. Necesitamos trazar un nuevo camino para enfrentar los desafíos de hoy”. “Tenemos una idea más amplia de la libertad”. “Creemos en la libertad de mantener a tu familia si estás dispuesto a trabajar duro; la libertad de respirar aire limpio y beber agua limpia y enviar a tus hijos a la escuela sin preocuparte de si volverán a casa”. “Creemos que la verdadera libertad nos da a cada uno de nosotros el derecho de tomar decisiones sobre nuestra propia vida: cómo adoramos, cómo es nuestra familia, cuántos hijos tenemos, con quién nos casamos”. “Y creemos que la libertad requiere que reconozcamos que otras personas tienen la libertad de tomar decisiones que son diferentes a las nuestras. ¡No hay problema!”.

“La democracia no es solo un montón de principios abstractos y leyes polvorientas en algún libro en algún lugar”. “Son los valores por los que vivimos y la forma en que nos tratamos unos a otros, incluidos aquellos que no se parecen a nosotros ni rezan como nosotros ni ven el mundo exactamente como nosotros”. “Ese sentido de respeto mutuo tiene que ser parte de nuestro mensaje”. “Nuestra política se ha polarizado tanto en estos días que todos nosotros, en todo el espectro político, parecemos apresurarnos a asumir lo peor de los demás a menos que estén de acuerdo con nosotros en cada tema”. “Empezamos a pensar que la única forma de ganar es regañar, avergonzar y gritarle a la otra parte”. “Y después de un tiempo, la gente común simplemente se desconecta o no se molesta en votar”. “Ese enfoque puede funcionar para los políticos que solo quieren atención y prosperan con la división”. “Pero no nos funcionará. Para avanzar en las cosas que nos importan, las cosas que realmente afectan la vida de las personas, debemos recordar que todos tenemos nuestros puntos ciegos, contradicciones y prejuicios; y que si queremos convencer a quienes aún no están listos para apoyar a nuestro candidato, debemos escuchar sus preocupaciones y tal vez aprender algo en el proceso”.

(Pero, además –tercia el Sisimite– reconoció que “vivimos en una época de tanta confusión y rencor, con una cultura que valora las cosas que no duran: el dinero, la fama, el estatus, lo que me gusta”. “Buscamos la aprobación de extraños en nuestros teléfonos; construimos todo tipo de muros y vallas a nuestro alrededor y luego nos preguntamos por qué nos sentimos tan solos”. “No confiamos tanto los unos en los otros porque no nos tomamos el tiempo de conocernos, y en ese espacio entre nosotros, los políticos y los algoritmos nos enseñan a caricaturizarnos, a trolearnos y a temernos”. “La gran mayoría de nosotros no queremos vivir en un país amargado y dividido. Queremos algo mejor”. A mí me gustó –exclama Winston– la cita de los padres fundadores: “Lo que anhelamos es un regreso a una América en la que trabajemos juntos y nos cuidemos unos a otros. Una restauración de lo que Lincoln llamó, en vísperas de la guerra civil, «nuestros lazos de afecto». Una América que aproveche lo que él llamó «los mejores ángeles de nuestra naturaleza»).

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