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martes, julio 8, 2025

Japón ejecuta al “asesino de Twitter” condenado por violar y descuartizar a nueve personas

Redacción. El gobierno japonés ejecutó este viernes a Takahiro Shiraishi, conocido como el “asesino de Twitter”, quien fue condenado a la pena de muerte por el brutal asesinato de nueve personas en 2017.

La ejecución por ahorcamiento se llevó a cabo en el centro de detención de Tokio, marcando la primera aplicación de la pena capital en Japón desde julio de 2022.

Shiraishi, de 34 años, fue hallado culpable de asesinar, agredir sexualmente, desmembrar y ocultar los restos de ocho mujeres y un hombre, todos de entre 15 y 26 años, en su apartamento en Zama, prefectura de Kanagawa.

Entre agosto y octubre de 2017, atrajo a sus víctimas a través de Twitter (ahora X), aprovechándose de personas con tendencias suicidas a quienes ofrecía «ayuda para morir».

El Ministerio de Justicia calificó el caso como una tragedia que “causó gran conmoción y ansiedad en la sociedad con la pérdida de nueve valiosas vidas humanas para satisfacer las necesidades sexuales y económicas” del ejecutado.

Castigo severo

El ministro Keisuke Suzuki señaló que la decisión se tomó tras “un juicio exhaustivo y bajo la máxima consideración”, reconociendo que “la pena de muerte es un castigo extremadamente severo que debe aplicarse con cautela”.

Durante el proceso judicial, la defensa intentó argumentar que los asesinatos fueron cometidos con el consentimiento de las víctimas, basándose en los mensajes que intercambiaron previamente en redes sociales.

Sin embargo, la declaración del propio Shiraishi, en la que admitía que sus víctimas se resistieron al estrangulamiento, debilitó esa postura.

También se reveló que robó a las víctimas y que cometió agresiones sexuales contra las mujeres asesinadas.

El único hombre asesinado fue la pareja de una de las víctimas, quien buscó a Shiraishi tras la desaparición de su novia.

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Durante el juicio, el acusado declaró que no apelaría la sentencia, incluso si era condenado a muerte.

Su abogado, Akira Omori, expresó que la ejecución fue “repentina” y pidió tiempo para reflexionar sobre lo ocurrido.

Con esta ejecución, el número de presos condenados a muerte en Japón asciende a 105, de los cuales 49 están actualmente solicitando un nuevo juicio o una revisión de su caso.

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