Redacción. La comunidad educativa de San Pedro Sula recibió con asombro y profunda tristeza la noticia del cierre definitivo de la Academia Americana, una institución emblemática que durante 55 años marcó la vida de generaciones de hondureños.
El anuncio fue comunicado al finalizar el año escolar, dejando en estado de conmoción a más de 1,500 estudiantes y cientos de familias.
El cierre fue informado a través de un mensaje cargado de emotividad que sorprendió a los padres de familia al término del ciclo académico.
Fundada en 1969 por la profesora australiana Olga Mackay de Rodgers junto a su amiga Joan Werner, la Academia Americana nació con el propósito de impulsar una educación de excelencia cimentada en valores, ética y amor por Honduras.
Formaron ciudadanos íntegros
Con su distintivo lema, “Honduras, patria mía, yo te amo”, la institución no solo se enfocó en el desarrollo académico, sino en la formación de ciudadanos íntegros y comprometidos.
A lo largo de los años, sus aulas se convirtieron en un espacio de crecimiento humano, intelectual y moral, creando una comunidad que con orgullo se hacía llamar la familia Boxer.
En el comunicado emitido por la dirección escolar, se indicó que la decisión de cerrar fue «una de las más dolorosas» que han enfrentado, sin detallar las causas específicas, aunque se mencionaron “circunstancias fuera de nuestro control”, lo que apunta a posibles dificultades de orden financiero o administrativo.
El cierre repentino ha dejado a muchas familias con sentimientos encontrados: gratitud por los años de enseñanza, pero también preocupación por el futuro inmediato de sus hijos.
El hecho de que el anuncio se realizara justo al concluir el año escolar generó malestar en algunos padres, quienes ahora enfrentan el desafío de encontrar una nueva institución para continuar la educación de sus hijos.
Proceso de transición
Ante la situación, las autoridades de la Academia se comprometieron a facilitar el proceso de transición, ofreciendo apoyo con documentación, historial académico y orientación para el traslado a otros centros educativos.
La institución, que empleaba a más de 80 personas entre docentes y personal administrativo, se despide dejando una huella profunda en la historia educativa de Honduras.
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Exalumnos, padres y maestros coinciden en que el legado de la Academia Americana perdurará a través de los valores que inculcó y las vidas que transformó.
“Gracias por creer en nosotros, por caminar a nuestro lado durante tantos años. Ustedes han sido el alma de esta escuela. Nos despedimos con el corazón lleno de gratitud”, concluye el mensaje, cerrando con nostalgia uno de los capítulos más significativos en la formación educativa del país.