Redacción. Guatemala escribió una página dorada en su historia futbolística al derrotar este domingo a Canadá por 6-5 en la tanda de penales (1-1 en tiempo reglamentario) y clasificarse a las semifinales de la Copa Oro 2025, tras 29 años de ausencia en esta fase del torneo de la Concacaf.
El encuentro se disputó en el estadio US Bank de Minneapolis, Minnesota, donde la selección dirigida por el mexicano Luis Fernando “Flaco” Tena sorprendió al mundo al eliminar a una potencia regional como Canadá, selección mundialista en Catar 2022 y coanfitriona del Mundial 2026.
Partido de tensión y coraje
Canadá abrió el marcador al minuto 30 con un gol de penalti de Jonathan David, delantero del Lille francés.
Sin embargo, el panorama cambió drásticamente al filo del descanso, cuando el canadiense Jacob Shaffelburg, del Nashville SC, fue expulsado tras recibir su segunda amarilla por una falta con el codo sobre Stheven Adán Robles.
Con un hombre de más, Guatemala reaccionó con fuerza en la segunda mitad y logró el empate gracias a un certero cabezazo de Rubio Rubin al minuto 69, desatando la euforia de la afición chapina en las gradas.
El empate llevó el duelo a una dramática definición por penales. El canadiense Cyle Larin falló en el quinto lanzamiento, pero José Pinto no pudo sellar la clasificación al enviar su remate por encima del travesaño.
No obstante, Luc De Fougerolles erró su disparo al estrellarlo en el larguero, y José Morales convirtió el penal definitivo para darle a Guatemala una clasificación histórica.
Morales celebró de rodillas, mientras el público guatemalteco estallaba en júbilo por un triunfo que marca un antes y un después en el fútbol del país centroamericano.
Próximo desafío: semifinal
Guatemala disputará las semifinales este miércoles ante el ganador del cruce entre Estados Unidos y Costa Rica, que también jugaron este domingo en el mismo escenario. En la otra llave, México y Honduras definirán al segundo finalista.
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Con este resultado, Guatemala no solo rompió una larga sequía de casi tres décadas sin alcanzar esta etapa, sino que demostró que el trabajo y el corazón pueden derribar gigantes. El sueño chapín en la Copa Oro sigue vivo.