París, Francia. El reconocido actor francés Gérard Depardieu fue declarado culpable de agredir sexualmente a dos mujeres durante el rodaje de una película en 2021, en un fallo que marca una caída estrepitosa para una de las figuras más emblemáticas del cine francés.
El tribunal de París le impuso una condena de 18 meses de prisión, con suspensión de la pena.
El caso, uno de los más mediáticos vinculados al movimiento #MeToo en Francia, representa un momento clave en el lento avance del país hacia una mayor rendición de cuentas frente a la violencia sexual, en una sociedad donde el movimiento feminista ha tenido dificultades para lograr el mismo impulso que en Estados Unidos.
Depardieu, de 75 años, no estuvo presente al momento de conocerse la sentencia y ha negado repetidamente haber cometido delito alguno.
Su abogado anunció que apelará la decisión. Sin embargo, el juez Thierry Donard afirmó que las explicaciones del actor sobre lo ocurrido fueron “poco convincentes”.
Testimonios contundentes
Una de las demandantes, Amelie K., quien trabajaba como decoradora de plató, declaró ante el tribunal que Depardieu la manoseó por todo el cuerpo, la inmovilizó entre sus piernas y le hizo comentarios sexuales explícitos durante el rodaje. “Me tocó todo, incluso los pechos”, relató. “Estaba aterrorizada. Él se reía”.
El tribunal señaló que dos testigos presenciales confirmaron su versión de los hechos, mientras que las declaraciones del actor fueron descritas como contradictorias.
El abogado de Amelie K. calificó el fallo como “una buena decisión” que reconoce a las víctimas y les da voz dentro del sistema judicial francés.
Reacciones y división generacional
La condena reavivó el debate sobre el trato hacia las mujeres en la industria cinematográfica francesa, donde Depardieu ha sido objeto de múltiples denuncias de conducta sexual inapropiada en los últimos años.
No obstante, el caso también expuso una profunda división generacional en torno al sexismo en la sociedad francesa.
Figuras como la actriz Brigitte Bardot, de 90 años, salieron en defensa del actor. En declaraciones a BFM TV, Bardot afirmó que “los que tienen talento y meten mano a una chica son arrojados a la alcantarilla”.
Durante el proceso judicial, Depardieu alegó que no consideraba como agresión sexual el hecho de poner la mano sobre las nalgas de otra persona, y sostuvo que algunas mujeres “se escandalizan con demasiada facilidad”.
Un punto de inflexión
Aunque la pena no implica prisión efectiva, el veredicto representa un importante precedente para el movimiento #MeToo en Francia, y envía una señal de que incluso las figuras más consagradas del cine no están por encima de la ley.
La sentencia también refuerza los llamados a transformar la cultura de impunidad que ha prevalecido por años en sectores como el entretenimiento, e impulsa un debate más amplio sobre consentimiento, poder y justicia en la sociedad francesa actual.
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