“Seguimos apagando fuegos y rogando a Dios que llueva”, así contextualizó el exrector de la Universidad Nacional Agraria (UNAG) y reconocido especialista en cambio climático, Wilmer Reyes, la respuesta que se da al actual panorama de incendios que asolan a Honduras.
Para Reyes, el 95 % de los incendios forestales son provocados intencionalmente, por lo que los calificó como una patología social.
“El problema es que no hay consecuencias para este tipo de actos. El control de incendios no debe limitarse al verano; debe ser una tarea de todo el año. Las personas responsables deben recibir castigos ejemplarizantes, ya que estos actos ponen en riesgo la vida, exterminan la biodiversidad y agravan el calor perjudicial para la salud”, afirmó contundentemente.
Reyes criticó la ausencia de acciones concretas y estratégicas a largo plazo. “Sólo vemos
respuestas a corto plazo y de reacción. El Gobierno debe tomar el control, involucrar a todos los sectores comprometidos y desarrollar estrategias a corto, mediano y largo plazo”, exhortó.
“Debemos buscar soluciones sostenibles que protejan nuestro medio ambiente y la salud
de la población. Es imperativo que el Gobierno actúe con firmeza y determinación”, concluyó Reyes.
“HAY OTRAS MANERAS DE CULTIVAR”
La embajadora de Estados Unidos en Honduras, Laura Dogu, también se ha referido al cambio climático y los incendios que afectan a Honduras.
“Es importante entender que no es necesario quemar para producir. En mi país (Estados
Unidos) también hemos tenido este proceso, pero hemos aprendido que hay otras maneras de cultivar”, ilustró la diplomática estadounidense.
Hay otras maneras de preparar la tierra para cultivar y es importante aprender a hacer esto
sin hacer daño a todo el país, insistió Dogu.
Recordó que los programas de los Estados Unidos en Honduras están enfocados en cómo construir una economía fuerte contra el cambio climático.
Luego reflexionó: los productores no pueden producir si no hay agua, es importante reflexionar sobre cómo todo está conectado.