Empresas de transporte Catisa que cubren la ruta El Progreso – San Pedro Sula suspendieron sus operaciones por cobro de extorsión.
Los transportistas han expresado que desde el viernes a las 5:00 p.m. cerraron operaciones por miedo a que atenten contra los operadores de este servicio.
En ese sentido, los transportistas hicieron un llamado a las autoridades de seguridad para que pongan mano dura a la delincuencia y así puedan trabajar tranquilamente.
Señalaron que temen por sus vidas ya que estas bandas criminales pueden realizar atentados para generar más miedo en el rubro.
Los transportistas señalaron que el paro es indefinido hasta que sientan que sus vidas están fuera de peligro.
Más unidades de transporte se paralizan, no pueden más con el cobro de extorsión
Conductores de unidades de transporte que cubren la ruta Kennedy-Río Grande-Cerro Grande, en la capital. Se paralizaron por el denominado cobro de extorsión.
Según información, la banda criminal denominada como “Los Chirizos” aumentó la cuota del cobro de extorsión. Por lo que los transportistas ahora deberán pagar mil 400 lempiras más, de lo contrario, no podrán circular con sus unidades.
“No podemos salir a trabajar, nos están amenazando y así no se puede, tenemos miedo que nos quiten la vida”, dijo uno de los afectados.
Se conoció que los dueños de esos buses tienen nueve días de haber paralizado esas unidades de transporte.
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Amenazas extorsivas
El pasado jueves 12 de abril, transportistas de buses rapiditos de la ruta Los Pinos hacia Mercados, en su mayoría, dejaron de trabajar porque los obligaron a pagar una cuantiosa cantidad de dinero.
Ante lo sucedido, varios transportistas entraron en pánico y decidieron que mejor iban a paralizar sus unidades.
Según los transportistas, llegaron a dejar un teléfono y una nota.
Uno de los afectados dijo, “nos preocupa porque el lunes dos unidades de la ruta de Suyapa fueron tiroteadas y nosotros podemos recibir ese mismo ataque”.
Los transportistas de la ruta Suyapa hacia Mercado lograron reanudar sus operaciones, luego de pagar la cuota del cobro de extorsión que les exigían.
La criminalidad y el cobro de extorsión son flagelos que sufre la ciudadanía hondureña. Los más afectados son los transportistas.
Así, como los propietarios de pulperías, emprendedores, la micro y pequeña empresa. Pues son los que se ven obligados a pagar la cuota o a cerrar su negocio.