Washington. Un devastador accidente aéreo que ocurrido el miércoles en Washington ha conmocionado a Estados Unidos.
Un avión comercial de American Eagle, operado por American Airlines, colisionó con un helicóptero militar Black Hawk cuando se aproximaba al Aeropuerto Ronald Reagan.
El trágico suceso, que tuvo lugar alrededor de las 20:48 (hora local), ha sido catalogado como el peor desastre aéreo en el país desde 2009.
El avión transportaba a 60 pasajeros y cuatro tripulantes, mientras que el helicóptero llevaba a tres personas a bordo.
Las primeras informaciones sugieren que la mayoría de los ocupantes han perdido la vida.
Los equipos de rescate continúan trabajando intensamente en la zona, donde las bajas temperaturas del río Potomac dificultan las labores de búsqueda de posibles supervivientes.
A pesar de los esfuerzos, la probabilidad de encontrar personas con vida es baja debido a la magnitud del impacto y las extremas condiciones del accidente.
Mientras tanto, los familiares de las víctimas se enfrentan a la angustia e incertidumbre.
Uno de los testimonios más desgarradores ha sido el de Hamaad Raza, quien esperaba a su esposa en el aeropuerto.
Su esposa, de 26 años, había viajado a Wichita, Kansas, por trabajo. Poco antes del impacto, había enviado un mensaje de texto:
“Aterrizamos en 20 minutos”. Tras recibir la noticia del accidente, Raza expresó su dolor, rogando por que su esposa pudiera ser rescatada.
«Solo estoy rezando para que alguien la saque del río ahora mismo mientras hablamos», comentó entre lágrimas.
A pesar de que Raza intentó obtener información oficial de la aerolínea, no había recibido detalles sobre su esposa y solo conoció del siniestro a través de redes sociales.
Las autoridades han expresado que las probabilidades de encontrar supervivientes son escasas debido al impacto y a las condiciones en las que ocurrió la colisión.
Mientras continúa la investigación, los seres queridos de las víctimas aún esperan noticias oficiales.
«No puedo dejar de pensar en ese mensaje. «Aterrizamos en 20 minutos y nunca llegó», comentó el marido de la pasajera, visiblemente afectado en una transmisión en vivo.
«Ella tenía miedo de volar y ahora no sé si podré verla de nuevo», añadió entre sollozos.
El trágico accidente deja a muchos con el corazón roto, mientras las autoridades continúan con las investigaciones para esclarecer las causas de la colisión entre el avión y el helicóptero.