SAN PEDRO SULA. Desde febrero al presente mes, unos 208 niños que son pacientes del Hospital Mario Catarino Rivas han sido beneficiados en el Centro Educativo Oasis de Esperanza, que está ubicado en el área de Pediatría, en el primer piso del centro asistencial.
La institución educativa es una iniciativa entre la Secretaría de Salud y el sector Educación, con el fin de apoyar el estudio de los niños que están internados por distintas enfermedades para que, durante su estadía, no pierdan clases, ya que están matriculados en centros de sus comunidades.
Natalia Barahona, directora del centro educativo, expresó que la institución funciona desde el año 2001 y es de mucha ayuda para los pacientes y padres de familia porque, aunque los niños estén enfermos no dejan de recibir sus clases y cuando se integran a sus escuelas ya llevan los conocimientos de acorde a su nivel educativo.
“Trabajamos en desarrollar la pedagogía hospitalaria porque educamos para que el niño pueda cuidarse y vivir un poco más, poniendo en práctica los procesos pedagógicos”.
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La directora explicó que las clases las imparten en dos modalidades que son sala cama y en el aula, aquellos que no se pueden levantarse son visitados y ahí se les dan las enseñanzas que duran 30 o 40 minutos al día.
El horario de clases es de 8:00 de la mañana a 5:30 de la tarde y se les dan procesos cortos para que no vayan a sentir molestias que les perjudiquen aún más la salud.
“Recibimos niños de todo el departamento de Cortés y lo que aquí hacemos es darles continuidad a sus estudios, dependiendo del grado en el que se encuentren, asimismo impartimos el material, también orientamos a los padres de familia para que no los vayan a retirar de las escuelas donde están matriculados”.
“Algunos padres dicen que porque el niño está enfermo ya no lo mandarán a la escuela, a veces hay pequeños que están bastante tiempo internados y eso sería excusa, ya que aquí estamos para apoyarlos y acompañarlos en ese proceso”.
La docente dijo que tienen contacto seguido con los padres, los apoyan y motivan para que sigan los procesos en conjunto con sus hijos y además están vigilantes para que los niños no pierdan sus estudios.
Barahona declaró que todos los días van a las salas donde están los niños para informarles y motivarlos sobre las clases, ahí mismo identifican a los que no pueden moverse al aula para brindarles la atención educativa desde su cama.
La maestra manifestó que cuando el paciente se retira, se le extiende una constancia para dar a conocer todo el proceso en el que participaron y envían una nota al director o docente del niño para que sean ellos los que los evalúen.
“Nosotros aquí no podemos evaluarlos y son niños muy inteligentes que hacen muy bien las tareas, pero como pertenecen al centro educativo de origen, allá los evaluarán porque aquí lo que les dimos es una continuidad para que no se quedaran sin clases”.
Los niños que reciben este beneficio en dicho hospital tienen desde cinco hasta 16 años y los niveles educativos con que cuentan son prebásica, primer grado hasta noveno.
Los pequeños son internos por cirugía de apendicitis, infecciones de diferentes tipos y fracturas. Las estadías van desde uno, dos, 15 y hasta dos meses.
La maestra comentó que el área de Salud brinda el espacio y la Secretaría de Educación al docente y algunas herramientas, pero que hacen gestiones para conseguir kits de cuadernos y otros útiles escolares porque son personas que tienen muchas necesidades.
DATO
CONTACTO PARA APOYO
Los que deseen colaborar para apoyar con útiles escolares a los niños del Rivas pueden comunicarse al número 9951-5324.