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jueves, abril 25, 2024

El cuadro de Iscariote

Sabemos por las lecturas sagradas que Judas el Iscariote fue quien le dio el beso traidor a Jesús de Nazareth en el Huerto de los Olivos, beso traidor que identificó al Salvador de la humanidad cuando un piquete de soldados romanos fue a aprehenderlo. Uno de los cuadros más conocidos es el del pintor Giotto di Bondone (considerado el primer pintor moderno, Italia, 1266- 1337), es el llamado precisamente “El beso de Judas”. Dejó un legado interesante sobre todo con el tema de los Evangelios y diferentes momentos. Pero el que nos ocupa hoy es que, a pesar de la traición, de lo artero de aquel beso que simboliza la peor de las miserias humanas intercambiado por simples 30 monedas de plata, aproximadamente unos cinco mil dólares (más o menos cien mil lempiras) en la actualidad.

Ese beso sigue siendo atronador hoy en Honduras debido a la permanente traición en que los que dirigen el Estado, sea quien sea, siempre “se lucen” con actitud soberbia, con lujo de estulticia y colmo de estupidez. Ahora nos tiene como distractor cualquier tontería dicha por cualquier tonto y lamentablemente (mea culpa) los medios regocijados recogen esas “especies” para incluso convertirlas en noticias de última hora, incluso de mandar besos por interpósitas personas. Como pueblo debemos sentirnos agraviados y muy decepcionados de ver la mala calidad en el proceso administrativo de gobernar el país, que está necesitado de orden, respeto, disciplina y, sobre todo, requiere urgentemente volver a Dios, y decimos esto sin el ánimo de imponerlo, sino que es una verdad meridiana.

Siguen cayendo, como lluvia, monedas de plata, de treinta en treinta, para tantos judas que hoy aceptan cargos sin tener la capacidad, de tantos traidores a la patria que han tenido el empacho de hablar mal de ella en foros mundiales y que hoy andan campantes y hasta lirondos como si nada pasara. Como pueblo, las fuerzas sociales deben analizar esto y no solo reunirse para disfrutar del mejor café del mundo que es el hondureño con un par de bocadillos y quizá hacer negocios. Honduras está realmente en una permanente tensión coyuntural y eso cansa, ya que es un nudo sostenido que al final puede reventarse y eso sí es peligroso, eso ya se ve claramente con el descontento por todos lados y las necesidades básicas insatisfechas, sumado todo ello a la ola de violencia y criminalidad.

Los neo-judas siguen vigentes, la traición es permanente, aún no sabemos de temas importantes que la opinión pública también “engaveta” como la legitimidad e la Junta Directiva del Congreso, el tema de las demandas contra Honduras cuyas repercusiones, si se pierden, simplemente serán espantosas, la hambruna que viene en los próximos meses y que eso puede hacer detonar en una inflación sin precedentes en nuestro país aunque ya salieron algunos a poner paños de anestesia ante la herida que provoca esta verdad.

Pero al final los traidores terminan haciendo lo correcto, tal como lo hizo arrepentido el Iscariote, pero eso de nada sirvió, ya era tarde, aquel juicio injusto se llevaría a cabo, el sufrimiento del Hijo de Dios ya estaba transado. Y hoy, esos mismos insensatos quieren tener siempre crucificado al pueblo a punta de estupideces, mentiras y besos.

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