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Honduras
miércoles, marzo 19, 2025

El acceso a la energía es un derecho humano

Se corta el suministro eléctrico en Honduras, de manera abrupta e inesperada, la primera pregunta que usualmente se hace el usuario ¿Ya pagué la factura?, la otra ¿Se fue en toda la colonia? El WhatsApp en las comunidades residenciales es de mucha utilidad, rápidamente nos enteramos qué pasó.

En el sector comercial e industrial, están más preparados con las plantas de emergencia, eso denota como se organizan y han buscado sus propias soluciones. La agilidad para resolver es notable en el sector privado.

Es admirable ver cómo algunas empresas de la industria de la manufactura han instalado paneles solares, lo que les permite generar su propia energía y reducir su dependencia de la red eléctrica nacional y ser competitivos.

Otras empresas comerciales, e incluso un centro universitario privado reconocido por su innovación, invierten en alternativas limpias y sostenibles. En una región como el Valle de Sula, la energía solar es una opción viable para la mayoría de las industrias. La generación eléctrica a partir de fuentes renovables no es solo el futuro, sino una necesidad del presente.

No sé si lo saben, pero la energía es un derecho, en nuestro país alrededor del 13% de la población no tiene acceso y el resto vivimos entre apagones. La Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) históricamente ha sido un botín para los políticos y sindicalistas, aunque es la “empresa de todos” al final de cuentas ha sido un pequeño grupo que la ha “saqueado”, ojalá les arda un poquito la conciencia, pero bien, aquí estamos el resto sufriendo las consecuencias de la corrupción.

Las comunidades rurales que reciben suministro eléctrico, generalmente es de baja potencia, lo que les impide que los enseres domésticos les funcionen como en la ciudad, donde también la potencia fluctúa dañando los aparatos y la ENEE no se hace cargo, el usuario debe comprar los reguladores de voltaje o atenerse a las consecuencias.

Los hondureños pagamos la tarifa más alta de Centroamérica, desde hace varios años. Uno podría pensar que con tanto apagón el recibo de la ENEE sería más barato, pero, ellos promedian. Sumado a esto está el hurto de energía, mientras unos pagamos hasta por la “luz divina”, otros sencillamente “arreglan” sus contadores para no pagar lo que les corresponde y aprovechan a tener hasta central de aire, 24/7 a costillas de los demás usuarios que si pagamos.

La crisis energética en Honduras no solo es un problema técnico, sino un reflejo histórico de una gestión pública deficiente y de la urgencia de alternativas sostenibles. La apuesta del sector privado por la energía solar es una señal clara de que el cambio es posible, pero también deja en evidencia el abandono del Estado en un servicio tan esencial.

Algo hay que reconocerle al actual gobierno, es que han puesto a algunas personas con conocimiento e interés en mejorar la situación actual. En este gobierno el Poder Ejecutivo presentó una iniciativa ante el Congreso Nacional de Honduras para declarar el acceso a la energía como un derecho humano y un bien público.

Un interesante dato es que, de 128 diputados, solo 75 aprobaron esta ley en el año 2022. Los ciudadanos debemos exigir un mejor servicio de suministro eléctrico, que este sea ininterrumpido, de calidad, pagando un precio justo, no el precio de la corrupción. ¿Por qué conformarnos con menos?

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