La comunidad docente rechaza de forma contundente las pretensiones de modificar la Ley del Instituto de Previsión del Magisterio (Inprema) y reclaman la versión de 1980 a través de la cual se podían jubilar a los cincuenta años con treinta años de servicio.
Mientras que la nueva ley pretende otorgar al magisterio el beneficio de un auxilio por calamidad y un bono adicional a su jubilación.
En el transcurso de esta semana esperan continuar con la asamblea para socializar la reforma a la Ley del Inprema.
Actualmente, la ley establece que se pueden jubilar a partir de los sesenta y cinco años con más de treinta años de servicio.
La nueva propuesta, indica que los docentes se podrían jubilar a partir de veinte años de servicio, una vez cumplidos los cincuenta y cinco años.
Los maestros reclaman que una vez jubilados pierden derecho al Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS)…
Y con el dinero acreditado por la jubilación terminan orientándolo al pago de gastos médicos.
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Entretanto, el dirigente magisterial Elvin Espinal aclaró que la socialización es para que los docentes conozcan, se expresen y emitan opiniones.
Pero aclaró que no se trata de imponer la nueva ley.
El comisionado de Inprema Francisco Bocanegra comentó que el proceso de socialización del borrador a las reformas comenzó este lunes en el ICVC, el martes en el Instituto José Trinidad Reyes de San Pedro Sula, posteriorment, en Yoro, Colón, Valle, Ocotepeque, Comayagua y La Paz.
Enfatizó que la reforma permitiría que los docentes se jubilen a los cincuenta y cinco años y que opten a un bono de 400,000 lempiras pagaderos en cuatro años a partir de los cincuenta y nueve años.
Los docentes no ven ventajas con la nueva reforma que se plantea a la Ley de Imprema.