Tegucigalpa. La tarde de este miércoles, un Tribunal de Sentencia declaró, por unanimidad de votos, inocente, al exoficial de las Fuerzas Armadas, Santos Rodríguez Orellana, su esposa Jennifer Bonilla, y su suegra Reina Lizeth Bonilla, acusados por el delito de lavado de activos.
El Tribunal de Sentencia consideró como insuficientes las pruebas presentadas por el Ministerio Público (MP) para acreditar la culpabilidad de los imputados.
Asimismo, estableció que la declaración del testigo protegido durante el juicio fue débil, contradictorio e incoherente.
Agregó que la pericia financiera del ente acusador sólo fue una recolección de información, pero no que fue sustentado con documentación.
Debido a la resolución absolutoria, a los procesados se le revoca las medidas de arresto domiciliario.
Por lo tanto, el Tribunal de Sentencia ordenó que se extienda cartas de libertad provisional a los tres imputados hasta que la sentencia adquiera el carácter de firme.
En el caso de los bienes asegurados, el MP deberá presentar un listado dentro de un plazo de 10 días hábiles para quitar la medida de aseguramiento.
Reacción de Rodríguez Orellana
El exoficial de la institución castrense tildó de abuso de autoridad que entes como la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) realicen aseguramientos de viviendas.
“Nos robaron todo de valor de nuestras casas y no aparecen en las actas de la Fiscalía”, declaró Rodríguez Orellana.
Pidió a los entes de justicia crear una institución que no permita el robo de objetos de valor durante el aseguramiento de casas.
Rodríguez Orellana consideró que el fallo “es un nuevo amanecer para su familia” y un aprendizaje para seguir adelante.
Indicó que durante el juicio la Fiscalía nunca presentó una prueba contundente que dijera que tenía relación con narcotraficantes.
Por otro lado, no descartó que aspire a integrar un partido político y buscar de nuevo la Presidencia de la República.
La acusación
Según las investigaciones del MP, Rodríguez Orellana realizaba operativos en la zona de Gracias a Dios, al encontrar dinero o droga no la declaraba en su totalidad.
El exoficial se quedaba con gran parte de lo incautado y las armas decomisadas eran llevadas a un grupo delictivo de La Ceiba denominado ZIPE.
De igual forma, participó en decomisos de vehículos donde se transportaban millonarias cantidades de dólares.
Según testigos también está involucrado en la muerte de personas incluido un informante de la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés).
Asimismo, el ente acusador alegó que éste negociaba entregas de drogas luego que era robada a otras organizaciones criminales.
Consecuentemente, el dinero lo enviado a su esposa y suegra, según MP.
Santos Rodríguez Orellana recibió en concepto de ingresos brutos más de dos millones y medio de lempiras y en salarios netos 813,918 lempiras.
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Sin embargo, su esposa y suegra tuvieron, de acuerdo a los análisis bancarios y las fuentes de ingresos en el periodo comprendido entre los años 2010 a 2020, más de 238 millones de lempiras no justificados.