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jueves, abril 25, 2024

De lo cotidiano a lo trillado. Defensa a la tercera edad

Hay cosas que ocurren en la vida diaria y que, en definitiva, son cuestiones muchísimo más importantes que las mismas cantaletas de los gobernantes, con cada paso que dan, o que están a punto de dar (para la foto o para avergonzar a algún contrincante) –tal como nos han sorprendido- incluso dándose abrazos habiéndose tratado muy mal entre sí. Es por ello que también alzamos la voz con vehemencia y con el derecho de exigir con todas nuestras fuerzas y enjundia, el de controlar el buen trato que se le debe dar a la población de la tercera edad.

Día a día, con sus ojos que han perdido quizá el brillo, con la mirada concentrada hacia adentro buscando el recuerdo del momento más feliz del pasado, con un difícil presente y sumado a eso el maltrato que ya han denunciado en la víspera, en especial en el tema más delicado: la salud. Los que tienen la “suerte” de tener derecho de ser atendidos en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) deben sufrir un calvario siendo esto nada nuevo y que, al parecer, la sociedad entera da esto como “parte del paisaje” cuando en realidad en una anomalía digna de un suplicio medieval o de épocas esclavistas.

Si acaso usted, de casualidad, es un funcionario extranjero, trabajando como religioso, en alguna de esas agencias de cooperación, con todas las amistades que cultivan, se debería hacer un nudo y denunciar estas barbaridades contra nuestros adultos mayores a instancias internacionales porque lo que aquí tenemos no ha funcionado por décadas, orientándose todo su trabajo alrededor “de donde pasa el agua”, cerca de los que están enchambados en las esferas de Gobierno.

Los temas que hacen los gobernantes son de dominio y permanencia de larga data en los medios, esos no hacen ningún efecto ante esas realidades cotidianas e injusticias contra el pueblo. Ellos, quizá la mayoría venerables abuelos, sumando a los que no tienen ni siquiera la esperanza de ser atendidos en un centro hospitalario, no reciben ningún beneficio con cada cosa que esas personas encumbradas hagan. Temas como la elección de la Corte Suprema, de sus ‘negociaciones’, de los informes contables, administrativos de cómo se está manejando la cuestión, esas son veleidades. La vida real, lo cotidiano es lo que hace palpitar al hondureño, es lo que hace que la gente se alegre o se sobresalte, de si un abuelo se enferma la familia entera no tendrá sosiego y de remate les reciben mal, les atienden mal, según la queja que ellos mismos ya han ventilado públicamente. Esa es la realidad de la vida diaria.

De lo trillado ya se sabe, aquí todos somos sabihondos, constitucionalistas, abogados, pero nos falta la sensibilidad humana, el trato respetuoso y cordial. Esos que están arriba, ya sabemos que terminan –sorprendentemente- abrazados, negocian el pastel y al final todos terminan cebados hasta no caber en sus camisas. Ya se sabe.

Hemos de corresponderles a los adultos mayores con reverencia, respeto, preferencia y sobre todo con amor.

EditorialDe lo cotidiano a lo trillado. Defensa a la tercera edad

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