La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Cossette López, rompió el silencio este martes al denunciar que es víctima de persecución y amedrentamiento por parte de su compañero consejero Marlon Ochoa, a quien acusa de intentar imponer decisiones mediante coacción y violencia.
López confirmó además que acudirá a la citación que le giró el Congreso Nacional para responder por las recientes controversias en torno al proceso electoral.
Durante su intervención, López defendió que en las pasadas elecciones primarias del 9 de marzo los tres consejeros acordaron por unanimidad establecer un módulo de verificación previo a la divulgación de los resultados, el cual incluía intervención humana.
“Por qué ahora ese mismo mecanismo se considera delito, incluso la razón para denunciarnos penalmente. Pero no tengo miedo”, afirmó con firmeza.
Según López, Ochoa pretende imponer una enmienda a los pliegos técnicos para eliminar la verificación humana de las actas electorales, argumentando que debe ser un proceso automatizado.
Ella lo retó a demostrar en qué parte de la Ley Electoral se establece que dicha verificación debe ser exclusivamente con computadoras y centros de datos.
Además, la presidenta del CNE aseguró que tanto ella como su colega Ana Paola Hall han sido objeto de amenazas y hostigamientos, incluso con presencia de “turbas violentas” que buscan debilitarlas y presionarlas para ceder en las decisiones del pleno.
“Ni la unanimidad ni la mayoría que manda la ley se alcanzarán mediante amenazas o movilizando turbas”, advirtió.
No hay cambios ilegales
López también negó que se hayan hecho cambios ilegales o técnicos a la presentación de las ofertas del sistema TREP, asegurando que las decisiones fueron tomadas para evitar declarar desierto el proceso.
Cuestionó a Ochoa por no pronunciarse cuando colectivos del partido Libre bloquearon las decisiones del CNE ese mismo día.
En un tono enérgico, criticó que las instituciones del Estado estén siendo socavadas por lo que calificó como “gamberros anarquistas” que buscan ganar las elecciones en los tribunales en lugar de las urnas.
También condenó la pasividad del Ministerio Público, que —según ella— admite denuncias espurias pero no responde solicitudes legales por estar “de vacaciones”.
Finalmente, López dejó claro que no cederá ante presiones externas ni internas: “Con la ley en la mano, la conciencia tranquila y la verdad en la boca, voy a defender este proceso hasta el final, aunque traigan turbas enardecidas. La democracia no se gana con amenazas ni con violencia”.