La falta de voluntad política para resolver problemas sociales es un tema que ha sido discutido por filósofos, líderes y ciudadanos por igual. Desde la perspectiva de Platón, esta falta de voluntad política puede ser vista como una manifestación de la corrupción moral en la sociedad, y puede ser abordada a través de la educación y la formación de líderes.
Para Platón, la política es la actividad más noble que un ser humano puede realizar, ya que implica buscar el bien común y la justicia para todos los ciudadanos. Sin embargo, en la sociedad griega de su época, Platón observó que la política estaba plagada de corrupción y egoísmo, y que los líderes a menudo ponían sus intereses personales por encima de los intereses de la sociedad.
Según Platón, la raíz de esta falta de voluntad radica en la educación y la formación de los líderes. Platón creía que la educación debía ser un proceso continuo a lo largo de toda la vida, y que debía estar dirigida a formar líderes virtuosos y sabios, capaces de actuar en beneficio de la sociedad en lugar de en beneficio propio.
En su obra “La República”, Platón describe una sociedad ideal en la que los líderes son seleccionados y educados cuidadosamente para garantizar su sabiduría y virtud. En esta sociedad, los líderes son elegidos no por su riqueza o su posición social, sino por su capacidad para gobernar justamente y su dedicación al bien común.
En contraste con esta visión ideal, Platón observó que en su sociedad real los líderes a menudo se dejaban llevar por sus propios intereses y deseos. Platón creía que la educación y la formación eran la clave para superar la corrupción y restaurar la justicia en la política.
En su obra “Gorgias”, Platón critica a los políticos de su tiempo por su falta de honestidad y su tendencia a manipular a la gente para lograr sus objetivos. Platón argumenta que los políticos deben ser más como los médicos, cuyo objetivo es curar a sus pacientes, en lugar de como los retóricos, cuyo objetivo es persuadir a la gente para que haga lo que ellos quieren.
En la sociedad actual, la falta de voluntad para resolver problemas sociales sigue siendo un problema grave. Los líderes a menudo se ven más preocupados por su imagen pública y su poder que por el bienestar de la sociedad, lo que resulta en una falta de acción y una falta de soluciones efectivas a los problemas sociales.
Para abordar esto, es necesario volver a la idea de Platón. La educación debe ser vista como un proceso continuo a lo largo de toda la vida, y debe estar dirigida a formar líderes capaces de gobernar justamente y actuar en beneficio de la sociedad en lugar de en beneficio propio. EN Honduras no hay por dónde pasar, tanto así que ni siquiera, en casi año medio del actual Gobierno, han querido (porque es más que obvio que sí se puede) reconectar las cámaras del Sistema Nacional de Emergencias 911. ¿Cómo adjetivar eso?