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jueves, julio 17, 2025

Capturan en Miami a alias ‘Boliche’, narco clave en red de corrupción que protegía a Álex Saab

Jorge Luis Hernández Villazón, conocido en el mundo criminal como alias Boliche, fue capturado en Miami, Florida, bajo cargos federales de fraude electrónico, sin derecho a fianza.

La detención fue confirmada por el Servicio de Marshals de Estados Unidos, que señaló la medida como una precaución ante el alto riesgo de fuga.

Alias Boliche no solo enfrenta cargos por fraude electrónico, sino también una investigación federal en curso por sus antecedentes judiciales y recientes actividades delictivas, según informó el periodista colombiano Jacobo Solano Cerchiaro a través de su cuenta en la red social X.

Hernández Villazón, conocido por su cercanía con José “el Ñene” Hernández (empresario y narcotraficante colombiano asesinado en Brasil en 2019), ha estado vinculado a múltiples redes criminales de alto perfil, incluyendo actividades de narcotráfico, lavado de dinero y colaboraciones con figuras polémicas como Álex Saab, supuesto testaferro del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.

Conexiones criminales en Colombia y Venezuela

En Colombia, Boliche ha sido investigado por su presunta participación en el asesinato de César Cura, un narcotraficante cordobés vinculado al cartel de Medellín y socio de Pablo Escobar.

Según Solano, Cura habría sido quien conectó a Boliche con el exparamilitar Salvatore Mancuso, con quien realizó varios embarques de droga antes de supuestamente asesinarlo para tomar el control del negocio.

El prontuario de Boliche también lo relaciona con otros nombres de peso en el narcotráfico y el paramilitarismo colombiano: Álex Saab, Carlos Castaño, Salvatore Mancuso y Rodrigo Tovar Pupo (Jorge 40).

En todos estos casos, se le ha acusado de actuar como informante o traidor, ganándose el apodo de “el mago de la traición” dentro del bajo mundo criminal.

La traición que ayudó a capturar a Álex Saab

Uno de los episodios más reveladores de su carrera delictiva ocurrió mientras cumplía una condena en EE. UU. Durante ese tiempo, Boliche colaboró con la DEA y el FBI para exponer una red de corrupción dentro de la misma agencia estadounidense.

Según se ha revelado, logró obtener una grabación clave que demostró que agentes federales filtraban información clasificada a Álex Saab a cambio de sobornos.

Esta evidencia permitió identificar y capturar a los funcionarios involucrados, entre ellos John Constanzo Jr., un agente de la DEA que recibió al menos 74.000 dólares de su exjefe Manny Recio, quien tras dejar la agencia se dedicó a vender información confidencial.

Gracias a esta operación encubierta, las autoridades lograron desmantelar parte de la estructura que protegía a Saab, facilitando su detención tras años de evasión judicial.

Informante estratégico

Para infiltrarse en el círculo de confianza de Saab, Boliche se hizo pasar por un intermediario con acceso a información clasificada sobre el proceso judicial en Estados Unidos.

Aprovechó su relación previa con Saab para obtener datos, convencer a los abogados del empresario de que podía ayudarlo y entregar a las autoridades la grabación que reveló el esquema de filtración.

Esta no fue la primera vez que Hernández Villazón actuó como informante. En otras investigaciones también proporcionó detalles sobre el uso de cuentas de terceros para desviar fondos ilícitos, involucrando directamente a figuras del régimen venezolano.

Un historial de traición y supervivencia

Alias Boliche es descrito por analistas y periodistas como un personaje escurridizo y camaleónico, capaz de adaptarse para sobrevivir dentro del mundo criminal.

Se le acusa de robar cargamentos de cocaína a antiguos socios como Nicolás Bergonzoli y de delatar a estructuras criminales con las que previamente trabajó.

Actualmente, su futuro legal en Estados Unidos podría depender de su disposición a continuar colaborando con las autoridades en otros casos abiertos.

Sin embargo, su historial de traiciones también lo convierte en un blanco potencial dentro y fuera de prisión.

Con su captura, se reabre un complejo entramado de conexiones entre el narcotráfico, la política y la corrupción institucional en Colombia, Venezuela y Estados Unidos.

Las autoridades no descartan que nuevos nombres salgan a la luz en las próximas semanas.

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