Valle. Autoridades policiales hondureñas detuvieron este sábado a una presunta pandillera salvadoreña, acusada en El Salvador de terrorismo, agrupación ilícita, extorsión agravada y continuada.
De acuerdo a la Policía Militar de Orden Público (PMOP), la detención de la mujer, identificada como Sandra Yanira Alvarado, alias “La gorda” se llevo a cabo en la Isla San Carlos, enclavada en el golfo de Fonseca (Pacífico).
Asimismo, la detención estuvo a cargo de elementos de la Policía Militar y la Fuerza Naval mediante un “arduo trabajo de vigilancia y seguimiento”, añadió.
La detenida presuntamente pertenece a la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13).
Además, tiene una “alerta roja migratoria y orden de captura” en El Salvador por terrorismo, agrupación ilícita, extorsión agravada y continuada.
10 años en la pandilla
Según la Policía Militar de Honduras, Alvarado pertenece desde hace diez años al grupo Unionenses Locos Salvatrucho (ULS) de la MS-13.
Encargándose del cobro de extorsión y sicariato en el sector de La Unión, El Salvador.
En su país la mujer tenía el cargo de “antena”, es decir, era encargada de la recolección del dinero producto de la extorsión.
Los efectivos de la Policía trasladaron a la salvadoreña al punto fronterizo de El Amatillo, dónde la entregaron a miembros de la Fuerza Antipandillas de El Salvador e Interpol.
Salio huyendo de régimen de excepción
La pandillera salvadoreña había ingresado a Honduras de manera ilegal.
Lea también: Bukele anuncia “cercos” en grandes ciudades salvadoreñas para “extraer” maras
En ese sentido, huyendo del régimen de excepción instaurado en marzo de 2022 por el Gobierno del presidente Nayib Bukele.
Centenares de efectivos de la Policía Militar refuerzan desde finales de 2022 la seguridad en las fronteras de Honduras.
Lo anterior, con el propósito de evitar el ingreso de delincuentes, principalmente pandilleros, después de que el Gobierno declarara “la guerra” a la extorsión.
Grupos formados por jóvenes y adultos, conocidos como “maras”, dominan algunos barrios de Honduras con un “modus operandi” basado en el asesinato y la extorsión.