Alejandro Arcos, el alcalde de Chilpancingo en el estado mexicano de Guerrero, fue brutalmente asesinado y decapitado solo seis días después de haber asumido el cargo el 30 de septiembre.
Este acto de violencia sucedió el 6 de octubre, tan solo unos días después del asesinato de su secretario, Francisco Tapia, quien también fue víctima de violencia.
Los restos de Arcos fueron encontrados en una camioneta, y su cabeza fue dejada en el techo del vehículo, en lo que parece un mensaje violento relacionado con las disputas de poder en la región.
Su cabeza fue encontrada en el techo del automóvil el domingo y su cuerpo en el asiento del pasajero.
Antes, criminales ya habían asesinado al secretario del Ayuntamiento, el segundo al mando de la institución, y a un militar que sonaba para jefe local de policía.
Arcos está centrado en reparar los daños causados por el huracán John, que provocó graves inundaciones en la zona.
Como dijo en una entrevista antes de su muerte, explicó el asesinato como una «amenaza» para quienes quieren luchar contra el crimen organizado.
La semana pasada, en su primer discurso como alcalde Arcos expresó su deseo de que todos los sectores de la sociedad se unieran en la lucha contra la inseguridad:
“La seguridad requiere el compromiso de todas y todos, hago un llamado a los tres niveles de gobierno, empresarios, sociedad civil y familias de Chilpancingo, les pido, con el corazón en mi mano: ayúdenme a luchar y construir la paz, la paz que todos necesitamos”.
La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, quien también asumió el cargo el 1 de octubre, dijo el lunes que las autoridades estaban investigando el crimen y que presentaría su plan de seguridad el martes.
El político priista, Alejandro Arcos, nació el 12 de febrero de 1981 en Chilpancingo en el estado de Guerrero, territorio gobernado por Norma Otilia Hernández, cuyo encuentro con el líder criminal Ardillos fue registrado hace más de un año y no recibió reacción del gobierno.
Arco Catalán se graduó en la Facultad de Ciencias Políticas y de la Administración Pública.
En 1994 se desempeñó como gestor de grupos vulnerables y cinco años después ingresó al gobierno del estado de Guerrero y trabajó como coordinador de actividades juveniles.