Deportes. En un cierre de partido electrizante, el Manchester United aseguró una importante victoria por 2-1 frente al Rangers en Old Trafford, con un gol en tiempo de descuento de Bruno Fernandes a pase del argentino Lisandro Martínez.
El resultado deja al equipo inglés con un pie en los octavos de final de la UEFA Europa League.
Un autogol inesperado abre el marcador
El encuentro se mantuvo cerrado hasta el minuto 53, cuando un error del portero del Rangers cambió el rumbo del partido.
Christian Eriksen cobró un córner que el guardameta escocés intentó despejar con los puños, pero el balón terminó entrando en su propia portería.
El United tomó la delantera, pero el partido estaba lejos de decidirse.

Empate que puso en jaque al United
En el minuto 88, el Rangers sorprendió con un pase largo de James Tavernier desde su propio campo.
Harry Maguire, defensor del United, falló en la cobertura, lo que permitió a Cyriel Dessers enfrentarse al portero Altay Bayindir y marcar el empate.
Old Trafford quedó en silencio, temiendo que se escaparan puntos cruciales.

Fernandes, el héroe del United
Cuando todo parecía indicar que el empate sería el resultado final, Bruno Fernandes apareció en el tiempo añadido para cambiar el destino del partido.
Un preciso centro de Lisandro Martínez encontró al portugués, quien selló la victoria y devolvió la calma a la afición local.
Lea también: El PSG remonta al Manchester City en un duelo lleno de emociones: 4-2
Invicto en Europa y en control del destino
Con esta victoria, el Manchester United acumula cuatro triunfos consecutivos en la Europa League y se mantiene invicto en la competición.
Ahora es cuarto en la clasificación, a un punto del Athletic y del Eintracht Fráncfort, y a cuatro del líder Lazio.
El equipo de Ruben Amorim definirá su pase directo a octavos en la última jornada, cuando visite al Steaua Bucarest.
Mientras tanto, el Rangers buscará asegurar su lugar entre los 24 mejores enfrentando al St. Gilloise belga en casa.
Un respiro para los ‘red devils’
Este triunfo no solo representa un alivio para el Manchester United, que venía de una racha irregular en sus últimos compromisos, sino también un recordatorio de su capacidad de respuesta en los momentos clave, especialmente en competiciones europeas.