El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), una agencia del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, ha sido señalado por implementar tácticas cuestionables durante redadas migratorias para detener a inmigrantes en situación irregular.
Según organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes, como el Proyecto de Defensa para Inmigrantes (IDP, en inglés), estas estrategias incluyen engaños y manipulaciones que, en algunos casos, violarían derechos fundamentales.
Uniformes engañosos y falsas identificaciones
El IDP denuncia que agentes de ICE frecuentemente se hacen pasar por policías locales al utilizar uniformes similares o incluso vestimenta de civil.
Esto les permite generar confianza entre las comunidades inmigrantes y minimizar sospechas, facilitando el acceso a información personal o el ingreso a viviendas sin órdenes judiciales.
“Han llegado al punto de vestirse como civiles para confundir a las personas. En muchos casos, los agentes no se identifican como funcionarios de inmigración, lo que resulta en la detención de personas que confiaron en ellos,” advirtió un vocero del IDP.
En algunas ocasiones, los agentes se presentan como detectives o fiscales investigando crímenes ficticios.
Lo que ha llevado a inmigrantes a compartir datos sensibles, como nombres, direcciones e información sobre su estatus migratorio.
Llamadas telefónicas fraudulentas
Otro método denunciado por las organizaciones es el uso de llamadas telefónicas falsas.
En estas, los agentes se hacen pasar por representantes judiciales, policías locales o incluso encargados de devolver identificaciones extraviadas.
El objetivo es obtener información personal que permita localizar a los inmigrantes o facilitar su detención.
“A través de estas llamadas, muchos inmigrantes proporcionan datos sensibles que terminan siendo utilizados en su contra,” señaló el IDP.
Vehículos falsos y campañas de miedo
Además, se han reportado casos de vehículos identificados falsamente como propiedad del ICE circulando en comunidades con alta presencia de inmigrantes.
Aunque no se ha confirmado oficialmente su uso por parte de la agencia, defensores de los derechos humanos aseguran que estos vehículos buscan generar miedo y desconfianza entre los inmigrantes.
El impacto en las comunidades
Las redadas migratorias y las estrategias señaladas han desatado preocupación y temor en las comunidades afectadas.
En 2024, el ICE intensificó sus operativos en diversas regiones de Estados Unidos, lo que ha provocado un incremento en las denuncias sobre tácticas presuntamente manipuladoras.
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Organizaciones que defienden a los inmigrantes insisten en la importancia de conocer los derechos fundamentales frente a este tipo de situaciones, como no abrir la puerta sin una orden judicial válida y no compartir información personal sin la certeza de la identidad del solicitante.
Mientras el debate sobre las políticas migratorias en Estados Unidos sigue en curso, las acusaciones contra ICE subrayan la complejidad de un sistema que enfrenta críticas por priorizar la deportación a costa de los derechos humanos.