(EL largo feriado morazánico truncó la secuencia a la entrevista de Yuval Noah Harari. Seguimos con brochazos de su fascinante obra).
“Una de las cosas que expones sobre la inteligencia artificial que la hace fundamentalmente diferente de cada parte anterior de la revolución de la información –comenta el moderador en la presentación de “Nexus”, sobre las plataformas tecnológicas que inundan el ambiente con falsa información (basura), instigadoras de odiosidad y de conflicto, y que lanza la advertencia del lado tétrico de una IA que podría llevar al exterminio de la humanidad– es que dices que la inteligencia artificial (IA) va a ser miembro de pleno derecho de nuestra red de información poseedora de su propia agencia y su propia voluntad para decidir lo que quiere hacer”.
“¿Tendrán conciencia, tienen libre albedrío?” –“No necesitas conciencia y sentimientos para tener objetivos –responde Harari– fines y alcances”. “Cuando la IA desarrolló un GPT4 y querían probar lo que esta nueva IA puede hacer, le dieron la tarea de resolver acertijos que encuentras en línea, cuando intentas acceder al sitio web y el sitio web necesita decidir si eras humano o un robot.”
“GPT4 –prosigue Harari– no pudo resolver la captura, pero accedió al sitio web “Trackrabbit” que puedes contratar personas en línea para que hagan cosas por ti; y quería contratar a un trabajador humano para resolver el acertijo de captura para nosotros”.
“El humano entró en sospecha, y le escribió a GTP4 en línea, ¿qué está pasando? ¿por qué necesitas que alguien resuelva la captura acertijo por ti? ¿Ah, eres un robot? ¿Eres un robot?” “Y GPT4 respondió que no, “no soy un robot”.
“Soy un humano, pero tengo una dificultad de visión, por eso tengo problemas con estos acertijos de captura”. “Es por eso que quiero contratarte”. “Y el humano fue engañado y resolvió el acertijo para GTP”.
“Ahora bien, GTP4 no tiene conciencia, no tiene sentimientos, no se sintió ansioso, cuando el humano lo sometió al interrogatorio, no se sintió feliz cuando logró embaucar al humano”.
“Le dieron un objetivo y persiguió este objetivo inventando, fabricando excusas que nadie le dijo qué no como hacer”. “Ese es el tipo de cosas realmente asombrosas y aterradoras sobre estas situaciones”.
“Cuando Facebook juega con el algoritmo, el juego de aumentar la participación del usuario, los gerentes de Facebook no anticiparon que lo haría difundiendo teorías de conspiración y de odio”.
Esto es algo que el teorema (algoritmo) descubrió por sí mismo, lo mismo con el rompecabezas de captura; y este es el problema al que nos enfrentamos con la Inteligencia Artificial”. (Continuará). (Ese espíritu alienígena –tercia el Sisimite– de la IA, amenaza ser la última casa de los espantos.
¿Sabías que los algoritmos y robots inteligentes pueden hacer cosas sorpresivas – aprendizaje autónomo– sin necesidad de programarlos paras esas cosas específicas? -Así cuentan –interviene Winston– y esto que apenas empezamos a conocer ese animalito, que todavía está chiquito. Se ha visto que “robots inteligentes encuentran soluciones a problemas físicos o logísticos de formas creativas, a veces tomando atajos que no fueron anticipados”.
“Por ejemplo, robots de simulación han aprendido a moverse o resolver desafíos de navegación sin ser específicamente programados para hacerlo”. -¿Y qué decís –vuelve el Sisimite– que “los algoritmos de inteligencia artificial (IA) pueden aprender patrones y tomar decisiones sin supervisión humana, usando técnicas como el aprendizaje profundo?”. –“Y mejorar habilidades por sí mismos –detalla Winston–mediante prueba y error.
Sistemas de IA como AlphaGo o AlphaZero se entrenaron jugando millones de partidas contra sí mismos, superando a humanos sin haber recibido instrucciones específicas sobre estrategias avanzadas”. Y no digamos –replica el Sisimite– si ya son capaces de tomar decisiones éticas y morales: “Algunas IA han sorprendido al tomar decisiones complejas con implicaciones éticas, como priorizar ciertos comportamientos en simulaciones de conducción autónoma, sopesando las vidas humanas sin una programación directa para hacerlo”).
