Chile — Adrián Simancas, el joven que fue «tragado y luego expulsado» por una ballena jorobada el pasado 8 de febrero en la bahía El Águila, rompió el silencio y compartió detalles de su estremecedora experiencia al borde de la muerte.
El insólito hecho, captado en video, ocurrió mientras Adrián, de 24 años, navegaba en kayak junto a su padre, Dell Simancas, de 49 años, en el estrecho de Magallanes.
En las últimas horas, las imágenes se han viralizado en redes sociales, generando asombro entre los internautas.
Lo que comenzó como una travesía tranquila cambió drásticamente debido a las condiciones climáticas.
«El clima se puso feo y ahí mi papá preparó la cámara», relató Adrián a CHV Noticias. Según su testimonio, un fuerte impacto lo tomó por sorpresa.
«Siento que algo me choca por atrás, pensé que era una ola, pero era demasiado fuerte. Cuando volteo, siento algo carnoso que me roza la cara, de color azul y blanco, y me hunde. Pensé que había muerto», explicó.
Afortunadamente, su chaleco salvavidas le permitió emerger rápidamente y ser rescatado por su padre, quien presenció la escena.
El estrecho de Magallanes es un destino icónico para los amantes de la aventura, caracterizado por sus aguas frías y desafiantes.
Las ballenas jorobadas, conocidas por su tamaño colosal y su alimentación a base de plancton y peces pequeños, son habituales en la región. Sin embargo, incidentes como este son extremadamente raros.
Este sorprendente episodio resalta la majestuosidad y los peligros del mundo animal, recordando a los aventureros la imprevisibilidad de la naturaleza.
Aunque los ataques directos de ballenas a humanos son poco comunes, el caso de Adrián Simancas es un recordatorio de que incluso los encuentros más inusuales pueden ocurrir en mar abierto.
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