El Valencia CF ha anunciado que está considerando tomar acciones legales contra los responsables del documental Baila, Vini, emitido recientemente por Netflix.
Según fuentes del club consultadas por el diario español Marca, los abogados de la entidad ya están trabajando en la recopilación de pruebas para determinar si el contenido del documental contiene elementos difamatorios o falsos que puedan ser objeto de denuncia.
El principal motivo de la molestia del club valenciano radica en una escena del documental en la que se subtitula el cántico de la afición de Mestalla como «mono, mono» en lugar de «tonto, tonto», lo que podría inducir a error sobre el comportamiento de los seguidores.
Según el Valencia, esta distorsión es especialmente grave, ya que el club ya tomó medidas ejemplares en su momento, sancionando a tres aficionados y enfrentándose a un cierre parcial de la grada de animación como consecuencia de aquel partido.
Medidas ya tomadas y contacto con el Real Madrid
Tras el incidente en el estadio Mestalla, el Valencia se puso en contacto directamente con el Real Madrid para abordar los comentarios realizados por el entrenador Carlo Ancelotti, quien más tarde matizó sus declaraciones.
Además, el club recuerda que ya se opuso a la grabación del documental en su estadio, prohibiendo el acceso de las cámaras de la productora. Esta firme postura subraya el malestar que la situación ha generado en el entorno valencianista.
El club quiere abordar el asunto con cautela y ha dejado claro que no pretende precipitarse en caliente.
Durante los próximos días, los abogados del Valencia revisarán detenidamente el documental para analizar cada detalle que pueda ser considerado injurioso o difamatorio.
La intención es actuar con base en recomendaciones jurídicas bien fundamentadas, sin dejarse llevar por el impacto emocional que ha generado la situación.
Posible demanda contra la productora
Aunque aún no se ha tomado una decisión final, el Valencia no descarta presentar una demanda contra la productora responsable del documental si se comprueba que las imágenes o subtítulos dañan la reputación del club o de su afición.
La directiva considera fundamental proteger el buen nombre de la entidad y de sus seguidores, especialmente cuando se producen acusaciones que consideran infundadas.