Un juez federal en Washington asestó este miércoles un duro golpe a la política migratoria del presidente Donald Trump, al bloquear una medida clave que prohibía a los migrantes que cruzaban desde México solicitar asilo en Estados Unidos, sin importar cómo ingresaran al país.
El fallo, emitido por el juez de distrito Randy Moss, sostiene que la administración Trump excedió su autoridad al ignorar leyes migratorias aprobadas por el Congreso.
Moss dejó claro en su decisión que “el presidente no puede adoptar un sistema de inmigración alternativo que suplante los estatutos existentes”.
“Nada en la Ley de Inmigración y Nacionalidad o la Constitución otorga al Presidente la autoridad para negar unilateralmente el acceso al asilo”, escribió el magistrado.
Un revés para la política migratoria de Trump
La proclamación presidencial, ahora anulada, cerraba de facto el sistema de asilo en la frontera sur, una medida que formaba parte de los esfuerzos más radicales del expresidente para limitar el ingreso de migrantes.
La administración Trump argumentó que tenía amplios poderes para suspender la entrada de personas consideradas una amenaza para la seguridad nacional o la salud pública.
Sin embargo, organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes, como la ACLU, el Centro de Defensa de los Inmigrantes de Las Américas y el Proyecto Florence, presentaron una demanda al considerar que la medida ponía en riesgo la vida de miles de personas que huían de la persecución.
“Esta es una enorme victoria para quienes huyen del peligro y para el Estado de derecho”, expresó Lee Gelernt, abogado de la ACLU, al conocerse la decisión judicial.
El fallo, por ahora, tiene efecto limitado
El juez Moss determinó que su decisión permanecerá vigente durante 14 días mientras el gobierno decide si apela.
Se espera que el Departamento de Seguridad Nacional presente una apelación en los próximos días.
Tensión legal y debate constitucional
Durante las audiencias en abril, el juez Moss presionó con preguntas clave sobre los límites del poder presidencial.
En un momento, planteó un ejemplo extremo al preguntar si una orden presidencial para disparar a migrantes sería inmune al control judicial.
La respuesta del abogado del Departamento de Justicia, Drew Ensign, que evitó establecer límites legales claros, generó una reprimenda desde el estrado.
Cruces fronterizos en descenso
La decisión judicial se produce mientras las autoridades estadounidenses presumen una disminución significativa de los cruces ilegales. Según cifras oficiales, en junio la Patrulla Fronteriza registró poco más de 6.000 encuentros en la frontera sur.
¿Qué sigue?
Este fallo pone a prueba el equilibrio entre el poder presidencial y el respeto al debido proceso migratorio.
Para los defensores de los derechos humanos, representa un paso esencial en la lucha por el derecho al asilo; para los defensores de una línea dura en inmigración, marca un retroceso en el control fronterizo.
Ahora queda por ver si una corte superior confirmará o anulará la decisión del juez Moss.
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