El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este lunes la destitución de Mike Waltz como asesor de seguridad nacional, en lo que representa el primer gran cambio en su círculo cercano desde el inicio de su segundo mandato en enero.
La salida de Waltz marca un giro importante en la estrategia de seguridad de la administración republicana.
Trump informó que Waltz será nominado como nuevo embajador de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, cargo vacante desde hace varias semanas.
En su red social Truth Social, el mandatario destacó la trayectoria del ahora exasesor y dijo que «ha trabajado arduamente para priorizar los intereses de nuestra nación», tanto en su etapa como militar como en el Congreso y el Ejecutivo.
El reemplazo interino de Waltz será Marco Rubio, actual secretario de Estado, quien asumirá las funciones de seguridad nacional mientras continúa al frente del Departamento de Estado.
Esta decisión refleja una reestructuración significativa en el equipo de seguridad del presidente.
La salida de Waltz es también la primera baja de alto perfil en el equipo de Trump durante su segundo mandato, lo que podría anticipar más ajustes en su gabinete en los próximos meses.
Analistas consideran que este movimiento busca reforzar el frente diplomático del país en un momento clave de tensiones geopolíticas.
Rubio, por su parte, tendrá ahora un doble rol que le otorga mayor influencia sobre las decisiones de política exterior y seguridad nacional.
Se espera que en los próximos días el presidente formalice su nuevo esquema de seguridad con posibles nombramientos adicionales.
La nominación de Waltz como embajador ante la ONU deberá ser ratificada por el Senado.
De ser confirmada, su experiencia militar y legislativa podría fortalecer la posición estadounidense en el organismo multilateral, especialmente en debates sobre defensa y política internacional.