Una jornada que parecía común terminó en tragedia este domingo 4 de mayo de 2025 en el turístico Lago de Yojoa, cuando una lancha que transportaba a tres jóvenes se volcó, dejando como saldo la muerte de Fernando Castillo Martínez (20) y Daniel Ramírez Tróchez (17), ambos originarios del norte de Honduras.
El accidente ocurrió en el sector conocido como El Poste, un punto frecuentado por pescadores locales.
Según el relato de un pescador que se convirtió en el rescatista improvisado de la jornada, los tres jóvenes llegaron a la orilla del lago y abordaron sin permiso una balsa diseñada para solo dos personas.
“Improvisaron un remo”, relató el hombre, quien observó cómo la embarcación se hundía minutos después de adentrarse en el agua, debido al exceso de peso.
“Yo me metí y quise sacar a uno, pero más bien me estaba ahogando. Solo pudimos salvar a uno”, relató consternado el pescador.
El sobreviviente quedó atrapado entre la densa lechuguilla que flota sobre el lago y fue rescatado luego de que los lugareños le lanzaran un lazo.
Aún en estado de shock, logró correr a pedir ayuda, pero cuando regresó con apoyo, ya era demasiado tarde para sus compañeros.
Con la colaboración del Cuerpo de Bomberos y los vecinos del sector, los cuerpos de Fernando y Daniel fueron recuperados sin signos vitales.
La escena fue desgarradora. Vecinos y familiares llegaron entre gritos de angustia a la orilla del lago, sin poder creer la dolorosa realidad.
Los cuerpos, amoratados por el agua y atrapados por la vegetación subacuática, mostraban signos evidentes de ahogamiento.
Vestidos con ropa informal (Fernando con camisa negra, calzoneta café y tenis blancos; Daniel con calzoneta verde y también camisa negra), ambos fueron trasladados en la paila de un vehículo rojo por los mismos pobladores, quienes intentaron rendirles un último homenaje en medio del dolor colectivo.
El caso ha estremecido no solo a la comunidad del Lago de Yojoa, sino también al resto del país, dejando una profunda reflexión sobre la importancia de la precaución al utilizar embarcaciones en zonas turísticas.
Aunque no era la primera vez que los jóvenes salían a pescar, esta travesía resultó fatal.
La vegetación espesa y la profundidad de la zona dificultaron cualquier intento de salvamento.
Lo que comenzó como una simple faena de pesca, terminó marcando de luto a toda una comunidad.