Sararat Rangsiwuthaporn, condenada a la pena de muerte por envenenar a quince personas, ha sido señalada como la primera asesina en serie de Tailandia.
Conocida como «Am Cianuro,» ha capturado la atención internacional debido a la gravedad de los crímenes que se le imputan y el impacto en la sociedad tailandesa.
Su modus operandi, envenenar a sus víctimas con cianuro, recuerda a otros casos históricos de envenenadoras seriales, como los de Belle Gunness y Amy Archer-Gilligan.
La sentencia fue emitida tras el asesinato de Siriporn durante un viaje religioso en abril de 2023, donde ambas participaron en una ceremonia budista de liberación de peces, práctica que se realiza para acumular buen karma.
Sin embargo, la aparente devoción religiosa ocultaba un acto premeditado: Siriporn murió envenenada con cianuro.
La investigación posterior vinculó a Sararat con otros 13 asesinatos y un intento de asesinato, todos supuestamente motivados por el robo de dinero de las víctimas.
Este caso no solo ha conmocionado a Tailandia, sino que también ha despertado interés por su paralelismo con figuras infames del crimen global, como Charles Sobhraj, conocido como el «Asesino del Bikini.»
La naturaleza fría y metódica de estos crímenes resalta un patrón psicológico que ha fascinado y horrorizado a investigadores y al público en general.
El impacto social y legal del caso plantea cuestiones sobre la pena de muerte, la prevención de crímenes en serie y cómo identificar señales de comportamiento psicopático en etapas tempranas.
Mientras tanto, la condena de Sararat es vista por muchos como un paso hacia la justicia para las víctimas y sus familias.