Mientras muchos asocian a California con grandes urbes, tráfico constante y precios de vivienda prohibitivos, una joya poco conocida al norte del estado ha captado la atención como uno de los mejores lugares para vivir o retirarse.
Se trata de Ferndale, un pintoresco pueblo ubicado a unos 420 kilómetros al norte de San Francisco, que ha sido destacado por el portal especializado World Atlas por su belleza natural, seguridad, tranquilidad y viviendas relativamente accesibles.
Con tan solo 1.481 habitantes, Ferndale ofrece un estilo de vida alejado del bullicio urbano. Rodeado de colinas, bosques frondosos y ríos serenos, este pueblo es un refugio ideal para quienes valoran la conexión con la naturaleza.
Su entorno lo convierte en una opción atractiva tanto para jubilados como para familias que desean criar a sus hijos en un entorno seguro y amigable.
Uno de los factores más llamativos es el precio promedio de las viviendas, que ronda los US$624.000.
Aunque no es una cifra baja en comparación nacional, representa una alternativa considerablemente más asequible frente a los mercados de ciudades como San Francisco o Los Ángeles, donde los inmuebles fácilmente superan el millón de dólares.
A tan solo 11 minutos en automóvil, los residentes pueden visitar Centerville Beach, una playa aislada que ofrece paisajes espectaculares con acantilados de arenisca y rica vida silvestre.
Además, el centro histórico de Ferndale es otro de sus grandes atractivos: una zona con arquitectura victoriana, acogedoras cafeterías, un museo con exposiciones de época y servicios comunitarios esenciales como una clínica médica local.
La seguridad también juega a favor de este destino. Con un índice de delitos violentos de 16,2 por cada 10.000 personas, Ferndale se sitúa como una de las comunidades más seguras del estado, reforzando su imagen como un paraíso para quienes buscan un estilo de vida relajado, sin dejar atrás el encanto californiano.
Ferndale es una prueba de que en California aún existen rincones donde la calidad de vida y la belleza natural se combinan con precios razonables.
Para muchos, esta pequeña ciudad representa no solo un buen lugar para vivir, sino también un sueño posible.