En una contundente jornada de movilización nacional, miles de activistas estadounidenses salieron a las calles este domingo para condenar los recientes bombardeos ordenados por el presidente Donald Trump contra instalaciones nucleares iraníes.
Las protestas, organizadas por agrupaciones como el Partido por el Socialismo y la Liberación, la Coalición ANSWER y el Consejo Nacional Iraní Estadounidense, se replicaron en al menos una docena de ciudades, desde Times Square hasta la Casa Blanca.
Bajo consignas como “¡No a la guerra contra Irán!” y “Trump es un criminal de guerra”, los manifestantes expresaron su rechazo a lo que califican como una escalada peligrosa que podría encender una guerra regional o incluso global, con consecuencias devastadoras.
NOW: Thousands in NYC are marching against Trump’s unprovoked and dangerous escalation of war on Iran pic.twitter.com/a93466BBGN
— BreakThrough News (@BTnewsroom) June 22, 2025
Un grito unificado desde costa a costa
En Washington D.C., frente a la residencia presidencial, cientos de personas levantaron pancartas, entonaron cánticos pacifistas y exigieron rendición de cuentas por lo que consideran una violación flagrante de la Carta de las Naciones Unidas y de la Constitución de EE.UU..
En Los Ángeles, manifestantes portaban banderas iraníes y carteles que exigían detener “el genocidio en nombre de la diplomacia”. En Chicago, se organizaron vigilias por las víctimas del ataque.
“Este bombardeo no solo es inmoral, es ilegal. Nos arrastra hacia una nueva guerra sin el consentimiento del pueblo estadounidense”, dijo en Nueva York Sarah Hassan, activista del movimiento ANSWER.
Críticas al discurso contradictorio de Trump
Los líderes de la protesta recordaron las promesas de campaña del mandatario, en las que afirmaba querer “terminar con las guerras eternas” y “traer la paz al mundo”. Hoy, esas promesas son calificadas como mentiras preelectorales por los colectivos movilizados.
“Trump no es diferente de George W. Bush. Mintió como Bush mintió sobre las ‘armas de destrucción masiva’. Solo cambia el pretexto, no la ambición”, expresó el comunicado conjunto de las organizaciones.
Muchos manifestantes también recordaron la guerra en Irak de 2003 como un paralelismo histórico que, según advierten, podría repetirse con Irán, esta vez con el agravante del riesgo nuclear.
Una resistencia que apenas comienza
Los organizadores han anunciado que esta jornada es solo el inicio de una campaña sostenida de desobediencia civil y resistencia pacífica. Se prevén nuevas marchas, protestas estudiantiles, y acciones frente a sedes militares y oficinas gubernamentales.
“No vamos a quedarnos en silencio mientras nos llevan de nuevo al abismo”, afirmó Ali Rezaei, miembro del Consejo Nacional Iraní Estadounidense.
El mensaje general fue claro: una parte importante de la ciudadanía estadounidense rechaza la escalada militar, pide el fin inmediato de los ataques y exige un retorno urgente a la diplomacia.