Un horrendo crimen conmocionó a la comunidad de Las Lagunas II, en el sector Santa Cruz del Dulce del municipio de Siguatepeque, cuando un niño de tan solo tres años fue asesinado a machetazos por su propio tío la tarde del viernes 2 de mayo.
La víctima fue identificada como Ever Ezequiel Medina Cruz, quien falleció de manera instantánea tras recibir múltiples heridas con arma blanca en la cabeza y el rostro.
El hecho ocurrió aproximadamente a las 12:20 del mediodía, mientras el pequeño jugaba con un teléfono celular en el corredor de su vivienda.
Según testimonios recogidos por las autoridades, el presunto asesino, Josué Daniel Cruz Jiménez, de 21 años, se levantó de un sofá, tomó un machete y atacó al niño sin previo aviso. Luego del brutal acto, el sujeto se dirigió tranquilamente a su habitación, aún con el arma en la mano.
Posible intento de encubrimiento
De acuerdo con los primeros informes policiales, tanto la madre del niño como la madre del agresor intervinieron tras el crimen, supuestamente ocultando el arma homicida y limpiando la escena, aparentemente para encubrir lo ocurrido. Por estos hechos, la madre del menor también será sometida a investigación.
Captura del sospechoso
Gracias a una denuncia anónima y a la rápida movilización de las fuerzas de seguridad, Josué Daniel Cruz Jiménez fue detenido cuando intentaba huir del lugar a bordo de un vehículo tipo pick-up rojo, placas HCC 1838. El automóvil fue interceptado por la Policía Nacional en las cercanías de Comayagua.
El operativo fue dirigido por el comisionado Rolando Ponce Canales, jefe regional de la zona centro-sur, quien confirmó que la colaboración de la comunidad fue clave para evitar que el sospechoso escapara.
Antecedentes del detenido
Según información de la Policía Nacional, Cruz Jiménez residió anteriormente en Estados Unidos, donde fue diagnosticado con adicción al fentanilo y a la cocaína, y padecía problemas severos de salud mental.
En 2024, fue trasladado de regreso a Honduras por su familia debido a su deteriorado estado.
A pesar de que algunos parientes del presunto homicida han solicitado clemencia debido a su condición mental, las autoridades han sido enfáticas en señalar que el crimen no quedará impune y que se aplicará todo el peso de la ley.
El caso ha generado una ola de indignación y dolor en la población hondureña, que clama por justicia y mayor atención a los problemas de salud mental y adicciones que afectan a muchas familias en el país.
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